EL Testaferro
Observo que recientemente algunos testaferros dan con sus huesos en la cárcel y las mazmorras cibernéticas los han marcado para toda la vida.
Yo tenía un amigo que su máxima ilusión era la de convertirse en testaferro y me contaba que algunos grandes financieros o industriales, de prestigio público, usaban a personas interpuestas para sanear sus haciendas.
Se llama testaferro ( literalmente cabeza de hierro en italiano) a quien encubre, suplanta o se disfraza física o jurídicamente a quien representa. a cambio de una “soldada” que puede llegar a ser suculenta, en función del representado y sus negocios.
Es el caso de estos días que vemos como han pasado por la “trena” temporal algunos que han prestado su nombre a esa función y de hecho ahora mismo hay un señor que pasea el patio de la cárcel en nombre del Sr, Rato. Hace ejercicio por él.
Me pregunto cuántos testaferros hay ocultos o creyendo nosotros que son auténticos sus nombres, sus funciones, su vida e ignorando que, en realidad, no son sino la voz de su amo.
Claro está que me refiero a políticos e incluso a funcionarios que llevados, quizás, de su partidismo descuidan sus funciones reales y honestas y se dan a la prevaricación como quien se da a un postre adictivo.
Mi amigo se murió, el pobre, sin llegar a conseguir su más preciado deseo y eso que se ofrecía sin mayor vergüenza a algunos que él pensaba que andaban necesitados de un testaferro particular.
Fue finalmente miembro de una clac. Era de los que acudía a las concentraciones y gritaba y se agitaba cerca del “baranda” de turno y que ahora , si viviera, se haría eso que llaman un “selfi” y que todos se creen que es de ahora el invento; les recuerdo la película Thelma y Louise que se hacen eso del “selfi” antes de caer por un barranco rodeadas de la brigada de coches que las llevan hasta allí. Eviten ustedes la tentación del “selfi” con ciudadanos libres de toda sospecha …no ocurra que le llamen a declarar.
Yo he empezado a borrar en un “per si de cas”. Quién esté libre de “selfis” que tire la primera piedra. Muy buenas