HE VISTO LA LUZ
Anoche a las cuatro de la “madrugá” he visto la luz. Al tiempo de miccionar en solitario y con la convicción de estar acompañado en el espacio tiempo por miles de sujetos, algunos amigos míos, ciertas luminiscencias salpicaban mi retina.
Me dije, oh ignorante, que eso era el anuncio de que la catarata del ojo izquierdo iba a más y que la tensión ocular se me desbordaba. He visto luego que eso era mentira.
Ya estamos, me dije, ante un nuevo ciclo. Iglesias, el “ex partisano” , me había influido con su último discurso.
No. La verdad la he sabido hoy, gracias a este diario que me acoge, generosamente, en sus páginas.
Me ha saltado la noticia a la cara y un alegrón inmenso me ha hecho ir, de nuevo, a miccionar.
Al parecer hay un ingeniero mexicano de Sonora, el licenciado Luna Sandoval, que dice haber descubierto la posibilidad de generar luz a partir de la orina. !Toma candela!.
Lo ha hecho sin estar “tocado” por el tequila y sin estar acompañado de mariachi alguno.
Imagino que las potencias de la producción kilowatiada lanzarán misiles contra la idea. Yo no me arredro.
He vuelto a ver la luz sobre la taza del WC y no era el producto de un exceso cervecero mediterráneo. Era la luz al final del túnel.
Adieu a la factura europotenciada con la energía del salto de agua, del carbón, del viento e incluso del núcleo atómico.
Yo meo luz.
Sé que no estoy solo en este acto. He aquí cómo se abre una nueva oportunidad para lucimiento de los políticos que “gurtelianamente” nos vienen forzando el trasero.
Si. Podrán poner, por distritos, sendos contenedores donde arrimar el miembro uretral y guardar la orina.
No me importa que les den los contratos a dedo, que “cotinicen” la voluntariedad. Aquí no hay Papa que valga.
Solo me importa que se practiquen diferentes agujeros en diámetro y altura, porque se sabe que no todos los miembros son iguales y aquí hemos de buscar la democracia.
Pensemos con seriedad en el hecho del como la Madre Naturaleza, al margen de la identidad de género, nos ha dotado de instrumentos para combatir la oscuridad.
Cada gota que se pierda será como un voto inútil.
Debemos garantizar la pureza, la ingenuidad y estar muy atentos a que nadie , en uso de su libertad, se maneje su uretra impúdicamente.
Ahí existe una potencial policía de moral que, además de evitar el escándalo, puede suponer una fuente de empleo e ingresos para la Caja de la Seguridad Social.
Perdón, voy a ver si sigo viendo las lucecitas al final del túnel de la taza. Seguiré informando.