“TERRATRÉMOL” (TERREMOTO)
He tenido mucho cuidado con el acento en esta palabra valenciana cuyo significado en castellano es terremoto.
Las cuestiones del lenguaje y las palabras han de tratarse con mucha atención y cuidado. Si todo el mundo lo hiciera muchas de las batallas actuales, relacionadas con la inmersión lingüística serían nulas o de baja intensidad.
A lo que iba. Ayer María José y Enrique nos invitaron a su casa con un par de amigos y sus esposas y fue una experiencia- no diría casi religiosa porque entonces emularía a Enrique Iglesias o mejor a su padre, que siempre se pone la mano en el estómago, la mano abierta y dice ey con voz aterciopelada y un tanto golfa como invitándote (regreso a la narración porque me ausento por las ramas y es que soy arborescente)-
La atención exquisita, la dedicación de los anfitriones y las viandas, que fueron muchas y muy bien hechas y servidas, no fueron bastantes para que cuando llegó el momento cumbre de la “mascletá” lo dejáramos todo y nos lanzáramos a tomar el balcón que navegaba por sobre un mar de cabezas, muchas de ellas animadas por el clamor femenino de un 8 de marzo esplendido.
Me llamó la atención la fuerza inicial de la mascletá- luego he leído que hubo un error por haber apretado o pulsado-vaya usted a saber-el botón inadecuado al principio confundiendo el final con el principio- cosa que pasa mucho en la vida- pero quizás con ese error se ha inaugurado un nuevo hacer, un nuevo método.
Estábamos cerca, aunque un poco menos que otros más atrevidos. Yo veía a unos extranjeros, sería su primera vez, con cierta cara de pánico-asombro y no me extrañó.
Es difícil entender por otros esta fiesta nuestra que “in crescendo” golpea el aire con atronadores estallidos de color y el olor a pólvora emborracha el sentido y ya está- Nada reconcentrado, por eso somos gente que odia poco, lo justo, para mantenernos vivos.
No suena cursi decir que amo a Valencia que es un concepto de territorialidad complejo de explicar y eso debe ser como en todas partes y pienso, porque no, en Munich y en aquellos bávaros trasegando cerveza como locos y eso creo que debe ser cosa del arraigo mismo.
Esto se complica. Lo pasamos muy bien y desde aquí repetimos las gracias.
¿Y no va usted a hablar de las mujeres y su 8 de marzo? No.
Ellas ya lo dijeron todo y los compañeros de las redacciones de todos los medios ya han dicho bastante. Yo solo digo que a mí me gustan mucho y que me fastidia lo de la brecha salarial y que la arreglen. Un beso para ellas.
Todo esto es un terratrémol (TERREMOTO) y me voy a descansar