¿Qué aspecto tendría Antonio Anglés en la actualidad? Su rostro envejecido fue difundido por el programa ‘Espejo Público’ de Antena 3 en 2013 tras el vigésimo aniversario de la desaparición y asesinato de las niñas de Alcàsser. Un programa informático aplicado a una foto del fugitivo tomada en 1991 permitió realizar una reconstrucción aproximada de la cara que tendría entonces, con 47 años, el presunto autor del triple crimen. El pasado 13 de noviembre se cumplieron 24 años de la desaparición de las niñas de Alcàsser.
La fotografía de Anglés sigue figurando en la web de Interpol como uno de los delincuentes más peligrosos y buscados del mundo, aunque los investigadores de la Guardia Civil y la Policía Nacional creen que el presunto asesino murió ahogado en aguas de Irlanda. Su cadáver nunca apareció. El fugitivo tendría ahora 50 años si continúa vivo.
El símbolo rojo que figura junto a su nombre y su número de ficha, 1993/9069, acreditan que su búsqueda continúa activa, aunque la última diligencia de investigación para intentar localizar su paradero se realizaron en 2009, cuando un juez autorizó la intervención de varios números de teléfono (fijos y móviles) de la hermana de Antonio Anglés, Kelly Faces, y otros familiares del fugitivo.
La asociación Clara Campoamor, que ejerció la acusación popular en el caso Alcàsser, pidió al Ministerio del Interior en 2013 que reactivara la búsqueda de Antonio Anglés y colocara en los aeropuertos la foto del fugitivo actualizada con un estudio fisonómico.
El único procesado por el triple crimen, Miguel Ricart, que fue condenado a 170 años de prisión, afirmó a un periodista del programa ‘Espejo Público’ que fue “un cabeza de turco de una trama criminal”. Pero no hay ninguna prueba de esa supuesta conspiración en el sumario del caso Alcàsser. Sólo Fernando García, el padre de una de las niñas asesinadas, y sus acólitos defienden esa hipótesis. Sin embargo, según la sentencia que condenó a Ricart a 170 años de prisión, los dos asesinos pudieron actuar en compañía, «posiblemente de alguna otra persona más», cuando invitaron a las tres jóvenes a subir al vehículo. Pero nunca se pudo demostrar la implicación de un tercer individuo.
En enero de 2017 se han cumplido 24 años del hallazgo de los cadáveres de las niñas en un paraje de Tous. El 27 de enero de 1993, varios trozos de un volante médico con el nombre de Enrique Anglés, hallados cerca de los restos esqueléticos, condujo horas después a la Guardia Civil hasta el domicilio de los Anglés en Catarroja. Pero el presunto autor material de los crímenes ya no estaba allí, según los investigadores. Se iniciaba entonces una huida marcada por la suerte y el instinto de supervivencia del fugitivo, que se escondió durante varios días en casas abandonadas y chalés.
Tras ser cercado en los montes de Vilamarxant, Anglés secuestró a un agricultor y le obligó a llevarle en su furgoneta a la población conquense de Minglanilla. La víctima tardó dos días en denunciar los hechos. Las 48 horas de ventaja fueron decisivas en la fuga. Mientras la Guardia Civil buscaba al prófugo en los montes valencianos, el huido llegaba a Madrid y luego cruzaba la frontera de Portugal. Días después embarcó como polizón en el ‘City of Plymouth’ con destino a Dublín.
Tras ser descubierto, Anglés logró escapar en una embarcación neumática, pero un helicóptero detectó al fugitivo a 300 millas de Burdeos y lo devolvió al buque. Según las investigaciones, el fugitivo saltó al agua en la costa de Dublín y su rastro se perdió en el Atlántico. Desde entonces, su búsqueda ha continuado sin éxito por distintos países de Latinoamérica y Europa.
Veinte años después de los asesinatos, el fiscal solicitó que los crímenes de Toñi, Míriam y Desirée no prescriban hasta 2029; es decir, hasta 20 años después de las últimas diligencias de investigación: las intervenciones, escuchas y grabaciones de varios números de teléfono (fijos y móviles) de Kelly Faces, nombre artístico de la hermana de Anglés, y de otros familiares del huido.