Hoy quería escribir sobre el maltrato a los animales. La Comunidad Valenciana no es un ejemplo de lucha contra esa lacra y prueba de ello son casos como el del perro Tidus, quemado vivo en Benimámet, o Regina, violada y torturada antes de matarla, en Carcaixent. No hablamos de China ni de lugares y gente de otro mundo. Son nuestros vecinos; los mismos con los que nos cruzamos a diario, que van al mismo instituto, que compran en los mismos puestos del mercado o que nos saludan educadamente todas las mañanas. Son casos de dos pueblos valencianos como de tantos otros en los que un animal no vale ni sufre ni padece; donde se hacen peleas de perros o simplemente se les trata peor … ni quisiera la frase hecha les sirve: peor que a un perro. No. A ellos se les trata aún peor.
Quería hoy hablar de eso porque hay una manifestación en Valencia y en otras ciudades para reclamar que exista voluntad clara de acabar con algo que nos denigra como sociedad, pero me encuentro con el caso de pederastia en un colegio de Madrid y no puedo evitar la sensación de “corazón partío” ante dos actuaciones repugnantes. Cada una en su lugar y en su dimensión, pero con un elemento común: la inhumanidad.
A menudo se nos reprocha a los animalistas que nos preocupamos más por un animal que por un ser humano. Supongo que habrá de todo pero lo más frecuente es que nos repugne el daño a cualquier ser indefenso, la violencia gratuita y una diversión basada en el dolor ajeno. De cualquier ser sintiente. Lo que parece demostrado es que aquel que maltrata a un animal, tiene mucho adelantado para maltratar a una persona. No hay más que ver los casos de violencia contra la mujer y los hijos. Cuando hay un animal en la familia del maltratador, el primero que sufre sus patadas suele ser él.
Se me hace difícil incluso llamar “animal” a quien pega a una mujer, a quien tortura o a quien abusa de un crío. Los animales no se ensañan, no hacen daño a los cachorros y no disfrutan produciendo dolor. En eso nos superan. No me preocupan más que los niños que sufren abusos. Exijo una sociedad que proteja al débil. Sea de la especie que sea.