Mala suerte | iPou 3.0 - Blogs lasprovincias.es >

Blogs

María José Pou

iPou 3.0

Mala suerte

Hace unos días abrí la puerta del patio y lo primero que me encontré en la calle fue un “regalito” que un perro había dejado, su dueño había ignorado y alguien había pisado y extendido por toda la acera. Fue de esos días en los que quisieras recogerlo y dejárselo al dueño en la alfombrilla de su rellano con una tarjeta de cortesía: “Con todo afecto, una colega indignada”.

Hace mucho que pisar una “caca” de perro dejó de ser anuncio de buena suerte. No es cierto que llame a la fortuna. No puede ser porque el ejercicio de pisarla, en sí mismo, es un ejemplo de mala pata. Pero la presencia del “obsequio” no es cuestión de suerte sino de incivismo. No es inevitable que esté en medio de la calle, justo en el portal o en la entrada de un comercio. Es un acto perfectamente controlable si uno, cuando pasea al perro, va pendiente de lo que hace, lleva las correspondientes bolsitas y se molesta en recogerla y tirarla a la papelera o, mejor, a un contenedor.

Por eso me alegra que la Policía Local de Valencia vaya a iniciar la semana próxima una campaña de control de perros. Un acto tan sencillo como recoger lo del perro a quien más beneficia es al propio animal y a todos los que tenemos uno o varios. Lo contrario envenena la convivencia y, sobre todo, fomenta la animadversión hacia los perros que no tienen culpa de nada.

Lo que quisiera es que esa campaña no se quedara en multar a los dueños por comportamientos que reducen el bienestar de los vecinos sino también el de los animales. Tan importante es llevar al perro con correa, por si se asusta y echa a correr, como tener espacios donde pueda pasear libremente. De lo contrario el único paseo sin correa es el del pasillo de casa. Del mismo modo, debe multarse al dueño irresponsable que deja la calle llena de “obstáculos” pero también al que lleva al perro lleva sin chip de identificación lo que impediría su regreso en caso de pérdida o robo. La campaña no puede reducir al animal a un problema ciudadano pues redundaría en una peor convivencia. Favorecerla es responsabilidad, en primer lugar, de los dueños, sin duda, pero también de las autoridades.

Socarronería valenciana de última generación

Sobre el autor

Divide su tiempo entre las columnas para el periódico, las clases y la investigación en la universidad y el estudio de cualquier cosa poco útil pero apasionante. El resto del tiempo lo dedica a la cocina y al voluntariado con protectoras de animales.