La Gran Esperanza Blanca retorna a partir de un sonido más contundente, y presenta su último disco, Tren fantasma este 17 de abril en la Sala Russafa
Cisco Fran y los suyos llevan camino de cumplir tres décadas bajo la marca La Gran Esperanza Blanca (LGEB), convertida, casi desde sus inicios, en uno de los emblemas de la música valenciana: «Desde que Spagnolo Ferocce y yo ganamos con Inhibidos Quizás? en la navidad de 1983, el Concurso Rock de Gasolinera, nos hicimos acreedores de nuestro baldosín en la escena musical de la ciudad. Es posible que hayamos ampliado nuestro espacio a tres o cuatro baldosines más, pero lo que es indudable es que hemos estado y seguimos estando en esa escena. Lo de ir por libre ya es otro asunto. No molamos nada. Es la conclusión que saco, por lo que sea, por el estilo, por cantar en castellano, por ser viejunos o porque no sabemos con quién hablar para tocar en La Rambleta, pero nos da igual, hacemos música y la difundimos. Eso es lo que importa», asegura el propio Fran, mientras reflexiona sobre un hecho irrefutable: Unos cuantos años antes de que su aceptación popular fuera casi generalizada, nuestros protagonistas, sobre todo partiendo de su declarada admiración por artistas como Bob Dylan, optaron por cultivar una mezcla de folk, country, blues y rock, adaptado a la realidad local. ¿Ese hecho te hace sentirte precursor de algo? «Considerarnos precursores de una música que tiene raíces tan antiguas sería pretencioso y falaz. Lo que hemos hecho desde que empezamos es dar nuestra propia versión pasada por el filtro de unas músicas que nos seducen. En 1986 aún coleaban los sonidos de los 80 con esas baterías tan horribles y guitarras rociadas de laca. Nosotros empezamos a hacer básicamente lo mismo que seguimos haciendo, pasaron los 90, y ya metidos en el siglo XXI seguimos con lo mismo, así que cada cual haga lo que le apetezca. Desde luego lo que está bastante claro es que siempre hemos cantado en castellano y nuestras referencias musicales son americanas».
Unas referencias que, en los últimos años, también han sido recicladas, con acierto y tino, sin ir más lejos, por artistas de la tierra como Senior i El Cor Brutal, en cierta manera, discípulos aventajados de LGEB. Ellos, precisamente, ya trabajaron en El poder del voler (Malatesta, 2014) con un Luis Martínez con el cual, en esta ocasión, ha querido contar Cisco en la producción, pese a grabar también algunos temas con Pepe Cantó, para dar cuerpo a su último disco, Tren fantasma: «Es un fenomenal productor, fantástico dentro del estudio, con unas cualidades remarcables para ese tipo de trabajo. En Tren fantasma había algunas canciones que requerían un tratamiento más vigoroso en percusión y guitarras, debían sonar más a rock que a folk o blues, y desde luego el magnífico trabajo que Luis hizo en El poder del voler estaba ahí. No fue difícil darse cuenta de quién debía completar la grabación y realizar el masterizado del disco».
Este trabajo ha visto la luz a través de Infinito Discos, el subsello de Bonavena Música, que comandan Manolo Bertrán (Doctor Divago) y Raúl Tamarit (Los Radiadores). En la elección del sello, sin duda, han influido aspectos tanto sonoros como amistosos: «Desde que dejamos de autoeditarnos en la época de N.O.S.E. siempre hemos buscado una plataforma ajena para sacar nuestros discos. Derrota lo editamos con Comboi, pero cuando Manolo y Raúl me dijeron que en Bonavena tenían un subsello, no tuve duda alguna. Por varios motivos: echar una mano a gente que empieza y que sabe bien cómo funciona esto, la propuesta que nos presentaron que era óptima para ambas partes y, por supuesto, pesó también un poco la amistad».
Tren fantasma, por cierto, suena más fuerte y desperezado en comparación con aquel Derrota. Esto, junto a los textos, hace adivinar que la banda se encuentra en un momento de renacimiento, de empuje: «Sin duda. La vida nos ha puesto en los albores de una nueva juventud y estamos intentando atraparla y que no se nos escape», sentencia Fran, orgulloso tanto de contar, para difundir esta nueva criatura, con la formación mítica del combo, como de recuperar, de manera más luminosa, el tema Música antigua: «Neil Young metió dos versiones radicalmente diferentes en su Rust never sleeps, una acústica y otra eléctrica, de una misma canción (My my, hey hey y Hey hey, my my). Algo parecido es lo que hicimos, pero en dos discos diferentes. Cuando la grabé en Derrota la canción acababa de ser compuesta, era casi un esbozo. Cuando la empezamos a montar con toda la banda nos dimos cuenta de lo potente que era y pensamos que era una pena que esa versión no quedara registrada. Esa es la razón verdadera. En cuanto a la formación, ha sido una carambola. Al acabar las actuaciones de presentación de Derrota, Remi Carreres decidió no seguir, para poder dedicar su atención a otros proyectos [sin ir más lejos, Coleccionistas], así que tuvimos que volver a buscar un bajista (habían pasado diez diferentes a lo largo de la historia del grupo). Chiti Chitez estaba libre y no quiso perder la oportunidad de retomar lo que dejó en 1992. Y nosotros nos alegramos mucho».
Mientras recuerda cómo en sus años de «barbecho» llegó a vender su mejor guitarra, «una Gibson J-200, no la usaba para nada», y centró sus esfuerzos en escribir (suyos son los libros Barbería y Enfermedades raras), Cisco coge carrerilla para analizar la evolución de la Valencia musical de las últimas décadas: «En muchos aspectos la actualidad es infinitamente mejor: más bandas, más estilos, más lugares donde tocar, más infraestructura informativa, revistas, webs, blogs, etc… Pero en lo fundamental está muchísimo peor: poca atención del público a la escena local, nula venta de discos y hay que pagar por tocar en una sala en condiciones…».
La Gran Esperanza Blanca presentará su Tren fantasma este viernes, 17 de abril, en la Sala Russafa. Lo hará en compañía de Julio Demonio.
Los discos de la semana
Sorry All Over The Place (Autoeditado, 2015)
Dos años de trabajo y la producción de Rafa Sardina (12 premios Grammy y colaboraciones con artistas tan dispares como Lady Gaga, Elvis Costello o Stevie Wonder) han dado como resultado un ambicioso larga duración que confirma la pasión por lo épico y abrumador de la banda.
A través de un viaje planificado con mimo, las gentes de Metropol surfean entre el pop más cadencioso y recargado (Dark logics, The unfortunate case of me) y la furia sonora incontenida (Cage, Very low impact), rindiendo homenaje a referencias inconfundibles como las de Coldplay, Interpol o el rock británico de los 80. Inquietos por naturaleza, y expertos en aprovechar las posibilidades de globalización e internacionalización que ofrecen las nuevas tecnologías, también anuncian que, a lo largo de este 2015, varios de sus temas pondrán banda sonora a diversas campañas publicitarias.
Lost In Youth EP (Box Bedroom Rebels, 2015)
El dúo formado por Pau Roca y RJ Sinclair celebra la noticia de su fichaje por Mushroom Pillow, con quien publicará su primer larga duración, así como la edición de un recopilatorio con Shelflife, brindando al respetable su enésima entrega en formato epé, a través de un sello internacional. En este caso han sido los británicos de Box Bedroom Rebels, los encargados de ofrecer soporte a los encantadores sonidos que la pareja es capaz de facturar. Si el título que da nombre a la criatura susurra apasionadamente melodías casi de ensueño, por su parte Dreaming on the waves es capaz de convertir en puro y divino ruido la esencia pop del combo. Una verdadera delicatessen.