ACTUALIZACIÓN: Tras la publicación de este post, a las pocas horas de circular ya por las redes sociales y ser difundido por varias protectoras y defensores de los animales, al parecer desde el Ayuntamiento de Llíria (según fuentes vecinales, porque oficialmente desde el Consistorio no confirman nada) se procedió al rescate de siete de los perros (cuatro cachorros y tres adultos), que fueron trasladados a una perrera. Otros tanto quedaban aún dentro. Uno de ellos con la pata rota.
Lo que aquí se cuenta hoy sólo puede ocurrir en un país como España. En Europa no se hubiera permitido durante tanto tiempo una situación de desamparo para una docena de perros, al mismo tiempo que un potencial peligro para decenas de vecinos y residentes en una zona de chalés de Llíria. Pero ha pasado. Y todo indica que sigue pasando, porque desde el Ayuntamiento de Llíria no confirmaban ayer si los perros habían sido decomisados o no. Es tan sencillo como crudo: una docena de perros abandonados a su suerte en una propiedad vallada del municipio valenciano, con sus dos propietarios aquejados de una enfermedad mental y fuera de casa por hospitalización de la mujer, con los canes incluso devorándose entre ellos mismos, escapando de la parcela y amenazando con morder a alguien que pase por la zona. En resumidas cuentas, enloqueciendo fruto de la dejadez y falta de humanidad del Ayuntamiento de Llíria, entidad a la que le corresponde actuar.
Tenemos conocimiento de estos hechos tras la denuncia presentada por dos protectoras de la zona, que nos hacen llegar también las fotos, tomadas por ellos mismos, casi jugándose la vida ante el riesgo de ser atacados por la desesperada jauría. Las protectoras son Asia y Adopta-Salva una vida. Más de un año llevan denunciando los vecinos los hechos. Y, según aseguran, el argumento de Consistorio es que sin localizar a los dueños no pueden actuar. Y mientras los perros se encaminan hacia la muerte.
Ahora callo yo y dejo la palabra a las dos protectoras, Asia y Adopta-Salva una vida, para que a través de su propia denuncia relaten los hechos…
El día 25 Febrero del 2016, presentamos una denuncia ante el Seprona y el Ayuntamiento de Llíria. Las protectoras de animales Asia y Adopta-Salva una vida fuimos alertadas por los vecinos, que ya habían presentado una denuncia sobre el mismo caso ante el Ayuntamiento el 16 de agosto de 20015. El caso trata sobre un hombre y una mujer que tienen en su parcela y encerrados en su casa un numero muy grande de perros adultos y cachorros, en mal estado, que paren sin control y viven sin las mínimas condiciones de higiene y salud publica. Los perros se escapan y atacan la gente que pasa. La situación es algo caótica y desbordada.
A esta misma pareja hace cinco años, ante la indiferencia de las autoridades, varias protectoras le decomisaron 40 perros en estado deplorable. Desde el mes de Febrero que presentamos la denuncia, nos hemos reunido dos veces con el concejal al que le corresponde este caso, afirmándonos que se estaba actuando. Sabemos que ya el Seprona y la Policía Local hicieron su informe y lo derivaron al Ayuntamiento, que es a quien corresponde actuar.
La semana pasada ante la alarma de los vecinos porque los perros se encontraban en total abandono, ya que los ocupantes de la vivienda llevaban cinco días fuera, con perros encerrados ladrando desesperadamente y perros saltando las vallas, volvimos al Ayuntamiento a solicitar actuación de urgencia. Nos recibió el secretario. Nos aseguró que actuarían inmediatamente. Sabemos que el técnico de medio ambiente con la policía, visitó la vivienda para entregar orden de entrada y decomiso, sin encontrar a nadie. Supusimos que ante esto solicitarían una orden ante un juez para decomiso inmediato.
Pero no es así. Luego nos informaron de que volverían a visitar la vivienda por si podían localizar a sus ocupantes. Si no tendrán que publicar en el BOE, esperar a que se agoten los términos de publicación para poder actuar y decomisar los perros. Quizás cuando ese día llegue, los perros se hayan muerto ya.
Los vecinos están desesperados de ver la situación. Nosotras somos protectoras pequeñas sin refugio y sin capacidad para albergarlos, no podemos entrar al lugar por que incurriríamos en un delito. Y entre nuestros casos, la falta de dinero que vivimos y la impotencia, estamos desbordadas.
La realidad es que esta situación se alarga cada día mas, con excusas. Hay afirmaciones de los vecinos de que los perros no tienen alimento ni agua, de que han presenciado perros comiendo a otros perros muertos, perras pariendo y cachorros muriendo. Esto no puede dilatarse mas por formulismos administrativos o la tragedia sera peor.