Mírese a la cara delante de un espejo. Descubra si tiene cara de inhumano. Si tras el verano se ha convertido en uno de los 100.000 desalmados que dejan varado a su suerte en la calle a un perro o un gato. El mismo que llegó a casa por un capricho del pequeñín de la casa, capricho que usted consintió con la misma falta de arrojo, valor y humanidad con la que luego lo arrojó a la puta calle. Mejor que yo lo cuenta el maestro Pérez Reverte en ‘No compres ese perro’, con párrafos tan memorables como este:
“Si eres de esa materia miserable de la que estamos hechos buena parte de los seres humanos, acabarás abandonándolo. Un viaje en coche a un campo lejano, una gasolinera, una cuneta. Abrir la puerta para que baje y seguir tu camino, acelerando sin atender los ladridos del chucho que correrá tras el automóvil hasta quedar exhausto, desorientado, incapaz de comprender que su mundo acaba de romperse para siempre. El resto no hace falta que lo detalle, pues lo sabes de sobra: él nunca lo haría, y todo eso. Los niños preguntando dónde está el perrito, papi, y tú oyendo aún esos ladridos que dejabas atrás. Avergonzado de ti mismo, o tal vez no. Ya dije antes que un rasgo del perfecto hijo de puta es arreglárselas para que sus actos acaben por no avergonzarlo en absoluto. Así que voy a pedirte un favor. Por ti, por mí, por tus hijos. Antes de ir a la tienda de mascotas esta Navidad, mírate al espejo. Y si no te convence lo que ves, mejor les compras un peluche”.
En cualquier caso, este verano se habrá consumado un crimen cada cinco minutos. Un perro (sobre todo) o un gato en la cuneta de una carretera, o gimoteando sin entender por qué los seres a los que adora lo dejan en la estacada. Es el porcentaje que se desprende de los 106.781 perros y 33.410 gatos recogidos por las sociedades protectoras en nuestro país el año pasado, según el “Estudio Fundación Affinity sobre el abandono y la adopción 2014”. Algo más de 140.000 abandonos en un año. Y la cifra real, sumando los que son atropellados, muertos a golpes, tiroteados o mil y una perrerías más, puede ser infernal…
Por desgracia, el “no compres” sigue arrasando. Y tras esa decisión está la mayoría de los abandonos… La adopción sigue estando entre las últimas opciones cuando se decide acoger un animal de compañía en el hogar. Affinity revela que la opción más habitual es recibirlo como un regalo de familiares o amigos. En concreto, casi la mitad de los perros (43%) y más de una tercera parte de los gatos (40%) llegaron a su casa en forma de obsequio. “Una opción que entraña riesgos si la decisión de incorporar a un animal, no la toma la persona que se va a responsabilizar de él“, señalan desde la Fundación.
Y el rastro de las tiendas de animales, de los “caprichos” como el trasfondo de los abandonos, se confirma al observar los datos de la raza de los animales. Muchos no son precisamente unos desharrapados. Aunque la mayoría de perros y gatos recogidos son mestizos, un 22% de los perros y 10% de los gatos son de raza pura y en cuanto a edades, encontramos tanto sénior, como adulto y cachorro. En el caso de los cachorros, es un porcentaje superior al total de la población de cachorros en España.
El gráfico que abre estas estas líneas lo dice todo: el “no compres” sigue siendo una reflexión que nadie se hace; el adopta, una decisión ausente; y los más de 100.000 crímenes anuales en España con los animales, por desgracia, muy vigentes.