“Yo no soy como tú,
voy sucio de polvo.
Estoy vacío por dentro,
ya no puedo andar”
Rock Off, Malconsejo (1996)
Ignoramos si por circunstancias de la vida o por decisión meramente personal, Jorge Pérez parece no haber tenido nunca demasiada prisa. Bien es cierto que Valencia y frenético no son dos palabras que, a priori, casen demasiado bien. Aquí, las cosas, pasan cuando tengan que pasar y, en ocasiones, la espera para que acontezcan es tremendamente larga.
El caso es que Jorge ha anunciado que anda metido en grabar nuevas canciones, a medio camino entre los estudios Río Bravo, y su propia casa. Se le espera con ganas e incertidumbre, después del largo y celebrado recorrido de Entusiasmo (Los Enanos Gigantes–El Volcán Música, 2012), su segunda criatura bajo la marca Tórtel.
Aquél fue (es) un disco todavía vigente. Directo y colorista, a primera vista, pero con mucho color pastel que desentrañar, tras esos rojos, azules y naranjas intensos que te deslumbran de golpe. Porque Jorge es un tipo especial, que siempre ha sabido (y/o querido) rodearse de gente tremendamente especial: Del brujo Joaquín Pascual, a David T Ginzo, pasando por algunos elementos ineludibles del pop valenciano de las últimas décadas como Xema Fuertes, Cayo Bellveser (acompañantes y colaboradores de lujo de artistas como Josh Rouse, Alondra Bentley o Sancristóbal), Pau Roca (La Habitación Roja, Litoral), Jordi Sapena (La Habitación Roja, Sr. Chinarro) o el especialísimo Julio Bustamante. Por éste último se sintió inspirado, tanto musical como filosóficamente, de hecho, para construir buena parte de su Entusiasmo, por qué no, rememorando aquel espíritu mediterráneo del mítico Entusiastas (Chewaka-Virgin, 1998).
Los cantantes, vía Entusiasmo…
Mucho antes de Entusiasmo, faltaría más, hubo vida para Jorge. Más de tres lustros atrás lideró aquella aventura tremendamente apabullante llamada Ciudadano López (más tarde, Ciudadano, a secas), junto a unos también casi imberbes e impacientes compañeros que, años después, han venido certificando que entre aquellos ramalazos de osadía se escondían unos muy buenos intérpretes: Xema (hoy en día, muchísimo más calmado), el inimitable Álvaro del Hierro (en la actualidad por tierras alemanas dando buena cuenta de su maestría a la batería, tras la cámara y ante la vida) y, un poco más tarde, el propio Cayo. La primera referencia de Ciudadano López vio la luz en 1996, poco después de que la banda se alzara con el triunfo, junto a La Habitación Roja y Alternative Scream, en aquella mágica edición del Circuit Rock. Un sencillo-CD con un par de temas, al que siguieron varios discos demasiado espaciados en el tiempo, y en los que la evolución y variación del proyecto (nombre, sonido, integrantes) fueron tan evidentes como determinantes. De hecho, basta con establecer una simple comparación entre su primera criatura, Starsky & Hash (Matarile Pop, 1997) y la segunda, 38 minutos en el aire (Discos del Cielo, 2002) ya bajo el amparo de Joaquín Pascual.
Un día de éstos, vía Starsky & Hash…
Pop Club, vía 38 minutos en el aire…
Después de (y durante) Ciudadano vinieron muchos más proyectos y colaboraciones, porque Jorge es un tranquilo corredor de fondo. Se enredó musicalmente con uno de sus ídolos de juventud, Pascual, en diversos sueños que acabaron desembocando felizmente en Tórtel, formó parte de aquella aventura llamada Maderita, sentido homenaje reivindicativo en torno a Bustamante (con la colaboración de Xema y Cayo) que cristalizó en aquel regalo llamado Vivir para creer (El Volcán, 2010)… mientras tanto, ha tenido tiempo para participar en grabaciones de otros artistas como Maronda, concretar otros anhelos (da la feliz sensación de que Jorge vive para tratar de hacer realidad sus sueños) como el de musicar aquella obra maestra de Buster Keaton (otro de sus ídolos) llamada El héroe del río (vaya, como uno de los temas que integran Entusiasmo), que estrenó en La Rambleta junto a Abel Hernández (El Hijo) y Sapena (algunos de estos elementos ya coincidieron, años ha, en un proyecto parecido titulado Ciudadano imagina a Terrence Malick)…
La anterior referencia de Tórtel, Lugar nuevo (Los Enanos Gigantes), vio la luz en 2009. Tres años tuvieron que pasar para que Entusiasmo pudiera calmar nuestros espíritus. Nos gusta saber que Jorge y compañía ya andan grabando cosas nuevas. Sería una buena noticia que el tiempo pasara más rápido de lo habitual por aquí, y que los particulares sonidos de este especial músico se dejaran oír en no mucho.
Entusiasmo…
Como se dejarán oír, en apenas dos meses, las nuevas divagaciones de Manolo Bertrán y los suyos. Y es que nos hemos llevado otra alegría al saber que Doctor Divago ya han acabado de grabar los temas que darán cuerpo a su próximo álbum.
Porque, la verdad, no alegrarse de que Manolo, Chumi, Asensio, Edu y David sigan manteniendo viva la llama del Doctor te convierte en mala persona y hace que tu alma se torne negra. En serio. ¿Cuántos conjuntos valencianos pueden presumir de llevar en activo casi un cuarto de siglo (la actual formación cumple, fíjate, 10 años)? Es más, ¿cuántas bandas valencianas pueden presumir de haber publicado una decena de trabajos?
Pues eso, que es motivo de entusiasmo saber que los Divago andan masterizando esos 10 temas, que han sido grabados en El Sótano, junto al siempre fiel Dani Cardona, y que serán brindados al respetable por Bonavena Música. Tiempo habrá para desgranar, tanto esta decena de criaturas, como las que ya han surgido del imaginario de Tórtel. Valencia está de enhorabuena. Sus veteranas mentes músico-pensantes siguen sin tirar la toalla en esa larguísima, pero digna carrera de fondo.
Por lo tanto, recuerden: consuman cultura y, si es cercana y de calidad, mejor que mejor. Por regla general, no se arrepentirán.