“No es extraño este vinilo.
Sí, no ves que es todo blanco.
Te vas a dar cuenta
de que es peligroso”
El vinilo, Betty Troupe (1983)
Nazif Mujić es un gitano bosnio que, tras la guerra, se ganaba la vida recogiendo chatarra para venderla y poder mantener (más mal que bien) a su familia. Un buen día, el oscarizado director Danis Tanović, paisano de Nazif, decidió contar con él y con buena parte de las personas de su entorno para realizar su última película, An episode in the life of an iron picker, una certera y crítica visión de la cruda realidad del devenir de incontables seres humanos que se ven condenados al más absoluto de los ostracismos al no disponer, ni de una cobertura sanitaria pública ni (mucho menos) de un seguro médico privado. Por cuestiones presupuestarias y aprovechando el tirón que, en los últimos años, ha experimentado ese cine basado en el realismo extremo, prácticamente documental, el ganador de un Oscar por aquella magnífica tragicomedia sobre lo absurdo de los conflictos étnicos y nacionalistas llamada En tierra de nadie (2001) decidió tirar del noble chatarrero y otros muchos actores no profesionales y, cosas de la vida, una noche de febrero de 2013, el bueno de Mujić se vio recogiendo el Oso de Plata al mejor actor, ante miles de espectadores puestos en pie, en el majestuoso escenario del Berlinale Palast.
Tras compartir alfombra y canapés con Matt Damon y ser requerido por incontables periodistas y expertos en aquello de la palmadita en la espalda, a Nazif le tocó despertar de su sueño y volver a pisar el embarrado suelo de su humilde pueblo. Allí colocó la preciada estatuilla sobre la mesa de playa de la chabola donde malvive con los suyos, y no le quedó otra que seguir buscándose la vida como barrendero y sumergiéndose en los vertederos para encontrar cualquier objeto que vender por unos pocos marcos. El problema (si no tuviera ya suficientes) es que, a los pocos días, nuestro protagonista se topó con la chanza de sus convecinos que, haciendo gala de la mala sombra que impregna a buena parte de la humanidad, iniciaron una campaña de burlas y difusión en la Red de imágenes del “mejor actor del mundo viviendo entre deshechos”. A Mujić no le quedó otra que coger a su familia y buscar mejor suerte en aquella tierra prometida que se lo dio todo. Así que desembarcó, de nuevo, en Berlín y pidió ayuda y asilo. Ahora vive con los suyos en una residencia para refugiados, pero las autoridades ya le han comunicado que su estancia en el paraíso tiene fecha de caducidad: En unas pocas semanas todos ellos tendrán que abandonar Alemania porque “no existen motivos” que justifiquen la concesión del asilo. Resignado, y tras recibir el apoyo de la propia organización del festival berlinés, ha sentenciado que daría su Oso de Plata a cambio de una oportunidad para él y su familia en la “civilizada” Europa. Reflexionando, Nazif Mujić ha llegado a la conclusión de que el galardón que ansían actrices y actores noveles y veteranos de todo el planeta ha acabado por amargarle la existencia, todavía más. Mísera vida.
http://www.youtube.com/watch?v=TF0Zc0MGB1c
Todo lo contrario esperamos que le ocurra al ganador de la quinta edición del concurso Vinilo Valencia, organizado junto a la gente de Redacción Atómica, cuya final se disputará, este viernes 31 en la sala Wah-Wah. Afortunados de anteriores ediciones, como Johnny B. Zero, Amatria, Modelo de Respuesta Polar y Gatomidi, han conseguido cimentar sus posibilidades en una competida escena musical independiente. En esta ocasión, aspiran a ello Gypsy Casino, Pelícano y Red Buffalo. Los primeros se han ganado las simpatías del jurado a partir de una combinación de folk y rock contundentes y rabiosos. Su Ten Essays On Voodoo Folk de 2013 es una buena muestra de ello. Pelícano, por su parte, gustan del pop estruendoso y llamativo, a base de zambombazos rítmicos. Su última referencia registrada es el epé El día de la victoria. Finalmente, a los de Red Buffalo también les gusta balancearse en el agradecido columpio del rock americano más crudo y tradicional. El afortunado tendrá la oportunidad de grabar un epé en Music Rooms Studios, ser el protagonista de una live session en Stardust con el incansable Sergio Devece, y formar parte del cartel del Deleste Festival de este año.
Porque entre vinilos anda el juego y, según se nos dice sin cesar (¿otra información que toca repetir?), el microsurco ha resurgido definitivamente de sus cenizas. Tal vez la afirmación sea un tanto exagerada. Que los grandes centros comerciales hayan vuelto a colocar en sus estanterías tan bello objeto no significa que el vinilo haya regresado. Más que nada, porque de las tiendas de toda la vida nunca desapareció. Es más, si nos seguimos empeñando en defender dicha afirmación, otro apunte: De las publicaciones en este formato que pululan por los espacios musicales de venta, ¿cuántas superan ediciones de 200 ó 300 copias? Pues eso. Pero el caso es que , el otro día nos topamos con una información que sirvió de excusa para que los optimistas volvieran a lanzar las campanas al vuelo. Una vez analizada dicha información nos dimos cuenta de que se trataba de unos datos proporcionados por una empresa especializada en antigüedades, arte y coleccionismo a través de Internet. Eso sí, las cifras no dejaban de ser llamativas: Más de 1,6 millones de euros se movieron, en este sector, el año pasado, y casi 118.000 lo hicieron en Valencia (casi 55.000 en Alicante).
Un lote de discos de Pink Floyd encabezaba la lista de ventas internacionales (1.499 euros), y el primer elepé de Vainica Doble (657 euros), la nacional. Estas cifras no hacen más que confirmar que estos datos no son más que un reflejo de un sector específico; ni mucho menos general. Eso sí, mentiríamos si negáramos que buena parte de las nuevas generaciones amantes de la música ha encontrado en el vinilo un objeto de culto. Ha descubierto ese sentimiento que los que ya peinamos canas vivíamos ante el inminente lanzamiento de un elepé, un sencillo, un maxisingle o un epé. En Valencia, como en otras partes del Estado, esta mini fiebre (todavía sigue teniendo una demanda minoritaria) ha supuesto el nacimiento, incluso, de (también pequeños) sellos discográficos que editan en formato vinilo. Uno de los más activos, como ya sabrán, es Discos de Perfil, que se ha venido desmarcando con ediciones (300 copias) de gente como Teletexto o Mox Nox, y que recientemente se ha embarcado en la aventura de recuperar la mágica criatura de Maronda, que ya agotó todas sus referencias en este formato, tiempo atrás.
No han sido los únicos en recurrir al vinilo en los últimos meses. Seres de estilos tan diferentes como Betunizer, Reno o (unos fieles y magos del surco) Wau y los Arrrghs!!! han venido editando sus joyas sonoras con un objetivo: ser rasgadas con la aguja. Como, también, uno de los bombazos que nos ha brindado la movida escena sonora valenciana en los últimos tiempos. Carmonas se ha consolidado como una de las formaciones femeninas más populares y adoradas que frecuentan estas lindes. Su larga duración homónimo fue producido por Pablo Peiró (Betunizer), y editado en la segunda mitad de 2013, bajo el auspicio de varios sellos y seres: Mongolic Records, Flexidiscos, Willy a Muerte Ediciones y Mascarpone Discos (ahora ya distribuye BCore). Curtidas en ese activo hervidero cultural llamado La Residencia, uno de los centros neurálgicos y referenciales (sobre todo para los jóvenes aficionados al guitarreo más descarado) del underground valenciano, su juventud y actitud deberían ser un reclamo para casi todo ser humano, aunque fuera, simplemente, por una cuestión de curiosidad. Además, los 12 trallazos punk de su disco se consumen en poco más de un cuarto de hora.
Si todavía no han podido verlas en directo, este viernes, Cris, Marina, Carla y María se dejarán caer por Matisse. Lo harán para acompañar a los no menos recomendables Capsula, un salvaje combo de intensas maneras roqueras y garageras, y directo demoledor. Los argentino-vascos llegarán hasta Valencia para presentar su último disco, Solar Secrets (Gaztelupeko Hotsak/Krian Music, 2013), una potentísima colección de bofetadas sónicas que, faltaría más, también dispone de su tirada correspondiente en vinilo.
Así que, ya saben: ya sea en formato digital o analógico; en vivo o en play-back; en cedé, unidad portátil, teléfono móvil, cromo, hierro, acetato o vinilo, por favor, prueben a consumir cultura y, si es cercana y de calidad, mejor que mejor. Por regla general, no se arrepentirán.
Mientras tanto, y si gustan, también este viernes (21.50 h.) pueden sintonizar con la emisión sonora de la gente de Alquimia Sonora. En esta ocasión nos brindan un directo todavía calentito: el llevado a cabo con actitud por Los Radiadores el pasado 18 de enero en Wah-Wah, donde actuaron junto a Reno. Si este viernes, precisamente, tienen pensado acercarse por alguna de las recomendaciones de hoy (u otra), no se preocupen: habrá redifusión el próximo martes, día 4 de febrero (14.30 h.). Ya saben, en Metropolitan TV (TDT) o LP TV (ONO).