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César Campoy

Banda sonora

Un artesano en la Corte del rey Magnánimo

Capella de Ministrers de Carles Magraner publica Quattrocento, un viaje a la Corona de Aragón en el Nápoles del siglo XV

 

Con Alfonso el Magnánimo, la Corona de Aragón vivió uno de sus mayores esplendores. Sus dominios se extendían por tierras valencianas, catalanas, baleares, Cerdeña, Sicilia y el Reino de Nápoles, precisamente, lugar al cual el monarca trasladó la corte, y desde donde, en pleno siglo XV, promovió el humanismo renacentista al resto del reino. Convertido en activo mecenas, el mandatario se rodeó de reputados artistas y teóricos que desarrollaron uno de los periodos creativos más brillantes de nuestra historia. Más de 500 años después, en el marco del Early Music Morella. Academia y Festival Internacional de Música Medieval y Renacentista, surgió Quattrocento, el disco que ahora ve la luz bajo el manto de Carles Magraner, que se convierte en su referencia número 54, que sirve para conmemorar las tres décadas de vida de esta imprescindible formación valenciana, y que será el eje central en la sexta edición del evento, a celebrar del 21 al 27 de julio en la localidad de Els Ports.

 

Carles Magraner. Por Ximo Corts

Carles Magraner. Por Ximo Corts

Más de una veintena de piezas, y un reto más para una de las aventuras con más prestigio en la difusión y divulgación de la música antigua (más de un millar de conciertos por todo el mundo les contemplan). Así pues, con su última referencia, Magraner y su Capella de Ministrers (recientemente acaban de recibir el Premio a la formación musical valenciana de carácter profesional, ex aequo con Spanish Brass) culminan un costoso trabajo de investigación, triaje y recopilación: «Se partió de una selección de obras que mostrasen la riqueza cultural de la Corte de Alfonso el Magnánimo. El repertorio escogido es un claro ejemplo de la circularidad entre el estilo popular y el estilo culto de la corte valenciana en los entretenimientos teatrales del Quattrocento napolitano. Como afirman Isabel Pope y Masakata Kanazawa, el vínculo con la canción popular de tipo agreste es una de las peculiaridades de algunas formas poético-musicales fijas como el strambotto y la ballade. Lo que se pretendió, en definitiva, era mostrar el momento en que la danza se convirtió en arte de la mano de los autores más significativos de la época. Como es sabido, durante el siglo XV se asiste al ‘renacer’ o redescubrimiento del teatro antiguo por parte de la cultura humanista, que aspiraba a poder conjugar las nuevas experimentaciones en el campo de los espectáculos con las reglas de la retórica, la gestualidad y la dicción de la cultura clásica. Un ejemplo de este ambiente humanista de búsqueda estética lo encontramos en la vida cultural de Nápoles, que se mueve alrededor de las figuras de Iacopo Sannazaro, Benet Gareth –más conocido como Cariteo– y Serafino Aquilano. Recuperar obras del pasado es convertirse en restaurador del sonido y traductor de una obra artística. Los músicos que nos dedicamos a la recuperación de la música antigua somos como “los museos” de la música pretérita».

 

Capella de Ministrers, en la Lonja de Valencia. Por Francisco Hernández

Capella de Ministrers, en la Lonja de Valencia. Por Francisco Hernández

Así pues, aquella Corte de Nápoles del siglo XV se convierte en uno de los centros mundiales del estudio y la composición musicales, además de otras artes. Según el propio Magraner, la creación musical en la Valencia de aquel tiempo es «singular y expansiva», y los dos ejes sobre los que se desarrolla son la propia Corte y la Iglesia: «Podemos encontrar el poder en ambas. Tanto desde la riqueza cultural del Príncipe del Renacimiento, Alfonso el Magnánimo, como desde la Iglesia, sobre todo si consideramos los tres papas valencianos que ostentaron el mayor poder en la iglesia católica. Así pues música y músicos (y todas las artes) circularon en la Europa medieval y renacentista. El conocido como (anti) Papa Luna había dispuesto de una capilla musical privada desde tiempo inmemorial, a imitación de la cual fueron creándose todas las demás, incluidas las de los miembros del colegio cardenalicio. Durante los años que corresponden al pontificado de Alejandro VI los artífices del prodigio en materia de música fueron, en primer lugar, los franco-flamencos, que ocuparon los cargos de mayor relevancia reservados a la profesión, y en segundo lugar aquellos compositores locales que supieron crear un estilo con personalidad propia. En estos albores del Renacimiento mediterráneo la capilla musical del rey Alfonso se conformó como una de las más importantes en el entorno musical de las primeras décadas del siglo XV. Contaba ya en esos años con dieciocho ministriles que tañían diversos instrumentos».

 

 

Una vez convertida Nápoles en el centro de la corte aragonesa, y trasladada su residencia el rey Alfonso hasta aquellas tierras, así como el poder administrativo y gubernativo de sus dominios, el resto de dominios quedan en una posición subordinada. No obstante, nuestro territorio siguió jugando un papel importante a lo largo de esta suerte de edad de oro: «La humanista corte valenciana se distinguió por un gusto artístico muy refinado. Conservó su propia identidad, pero al mismo tiempo apreció las costumbres y usos locales, y se adaptó a ellos. Aunque tras la conquista de Nápoles, el Magnánimo nunca volvió a España y dejó el gobierno a su mujer María de Castilla desde Valencia, el gusto renacentista de la nueva Italia se vio plasmado en todos los aspectos artísticos, y Valencia se convirtió en la puerta de entrada de un nuevo arte en la península. Además, Alfonso estuvo siempre rodeado de una corte literaria, una costumbre que le venía de antaño, pues ya en su juventud formaron parte de su séquito dos escritores de excepción: don Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, y el gran poeta valenciano Ausiàs March, al que dio el cargo de halconero mayor».

Y en toda aquella cascada de creatividad artística, el Cancionero de Motecassino se convierte en uno de los pilares (también lo es de este disco). Se trata de un manuscrito al que grandes estudiosos de la música antigua como el propio Magraner o Jordi Savall han acudido en varias ocasiones. Capella de Ministrers, sin ir más lejos, hace casi 20 años, en aquel Alfons el Magnànim. Música de la Cort Aragonesa a Nàpols. ¿Dónde radica el magnetismo de aquella obra, que combina, tanto piezas religiosas, como profanas? «El cancionero que mejor representa este repertorio vinculado al Magnánimo es el manuscrito 871 de Montecassino. La circularidad entre lo culto y lo popular, entre la corte y la baronía, y entre el centro y la periferia queda patente en este programa que saca a la luz y avala dicho flujo de informaciones y reelaboraciones entre los repertorios español, francés, portugués e italiano. El manuscrito estuvo custodiado en el monasterio de los santos Severino y Sossio, y fue llevado posteriormente, probablemente durante el siglo XVI o XVII, al monasterio principal de la orden benedictina, en Montecassino, lugar donde se guarda actualmente, y en él se combinan obras religiosas y profanas que se convierten en la primera fuente de trabajo para la música valenciano-aragonesa en Nápoles».

 

Pasión. Por Javier Ferrer

Pasión. Por Javier Ferrer

En tres décadas de aventura, Capella de Ministrers ha abordado incontables aspectos de la música comprendida entre la Edad Media y el siglo XIX. Magraner, eso sí, ya tiene claro qué senderos seguirá recorriendo una vez el recorrido de Quattrocento finalice: «Para entender y conocer el rico patrimonio de la música valenciana en el siglo XV y su proyección en el XVI hay que reconocer su internacionalización. Saber que la música en Valencia en nuestro Siglo de Oro es la de Aviñón, con el Papa Luna; la de Nápoles, con Alfonso el Magnánimo; la de la capilla papal en el Vaticano, en el entorno de los Borja; o la de los maestros de Flandes, quienes tanto influyeron en el devenir musical de estos años en Europa. El necesario estudio desde esta perspectiva nos llevará a entender que la grandeza de nuestro Siglo de Oro está en la influencia y el poder de atracción recíproco del arte de la corona aragonesa con su entorno territorial, sobre todo el marcado por el triángulo geográfico que conforma Flandes, Roma y Nápoles con la ciudad de Valencia. Es ese el destino que queremos que tome Capella de Ministrers; un rumbo que nos lleve a descubrir y mostrar toda la riqueza musical de nuestro pasado, patrimonio intangible de todos los valencianos. Iniciamos ahora trabajos sobre la Ruta de la Seda que presentamos en China, Valencia y Castellón; El Grial que presentaremos en Cotalba y los Pirineos; el mundo Cortesano de Germana de Foix, en Barcelona y Valencia; viajes al norte de África y Estados Unidos con músicas de nuestro Siglo de Oro, y la participación en el Congreso de Historia de la Corona de Aragón con repertorios en torno a los Borja. Una aventura que después de 30 años no ha hecho más que comenzar».

 

Comunión. Por Ivo Rovira y Ana Ponce

Comunión. Por Ivo Rovira y Ana Ponce

Y que también tendrá su parada, como apuntamos al principio, en Morella, donde este Quattrocento nació a partir de la última edición del Early Music, y en cuya sexta entrega tendrá una importancia vital. Será una semana repleta de conferencias, talleres, exposiciones, jam sessions medievales, conciertos y actividades paralelas, llevadas a cabo por casi una veintena de profesionales de primer nivel: «Público, músicos, estudiantes y profesores conjugan una semana de música en un lugar histórico. Combinación perfecta para crear una nueva propuesta cultural, también desde un turismo sostenible. Desde fines del siglo XIII hasta mediados del siglo XV, los reyes aragoneses emprendieron una ambiciosa política expansiva por el Mediterráneo llegando a conquistar Sicilia, Córcega y Cerdeña y territorios más alejados como los ducados de Atenas y Neopatria. Esta expansión política y militar por el Mediterráneo se acompañó por un extraordinario auge del comercio internacional. La época de máximo esplendor económico terminó con la crisis de mediados del siglo XIV donde Valencia sustituyó a Barcelona como principal puerto mercantil de la Corona, ayudado por el comercio derivado de la expansión mediterránea del Islam, y que la convirtió en la ciudad del comercio español. La toma de Constantinopla por los turcos en 1453 marcó el inicio de la decadencia comercial general del Mediterráneo frente a las rutas del mar del Norte, y muy pronto, también frente a las nuevas rutas atlánticas a partir de los descubrimientos geográficos en América. La combinación de elementos de la música histórica junto con la tradición oral forman la esencia de esta edición del Early Music Morella, músicas para entender o para disfrutar desde su conocimiento y razonamiento».

 
 

El disco de la semana

 
llopis-02Pep Llopis
Poiemusia. La Nau dels Argonautes (Reedición. Rvng Intl., 2017)

Hace exactamente 30 años, el compositor Pep Llopis publicaba, vía Grabaciones Accidentales, una de las obras más curiosas y personalísimas que ha dado la música valenciana en muchas décadas. Poiemusia. La Nau dels Argonautes surgía como una sorprendente y ambiciosa obra conceptual, a partir de los poemas de Salvador Jàfer. Un concierto que acabó estrenándose, el 13 de febrero de 1986, en el Teatre Princesa de la capital del Turia, y que fue registrado (en los míticos estudios Tabalet) con la colaboración del propio Jàfer (suyas son las voces, así como de la actriz Montse Anfruns), y de intérpretes de primer nivel como Joan Cerveró, Josep Àngel Murillo, Aleixandre Abad o el mismísimo Perico Sambeat.

Proveniente de formaciones capitales como Cotó-en-pèl, curioso por naturaleza, e investigador compulsivo de los límites inabarcables de la música, Pep configuró un todo robusto, armado de sonidos experimentales de primer orden, que beben de lo electroacústico, y que salpicaban de mediterraneidad a todos aquellos elementos importados de las vanguardias europeas y norteamericanas que imperaban en los 80 del siglo pasado. En definitiva, Llopis cinceló, con mimo y tesón, cinco gemas (Muntanyes de granit, El vell Rei de la serp, Jardins aquàtics, Nits de cristall y La Nau dels Argonautes), de ésas que, a cualquier creador, acaban generándole esos sentimientos encontrados que deambulan entre el éxtasis ante la magnitud de lo gestado, y la angustia de saber que, posiblemente, ha tocado techo.

Ahora, tres décadas después, los responsables del sello neoyorquino Rvng Intl. (curiosamente, aquella edición original fue masterizada en los Bonati Mastering de la ciudad estadounidense), maravillados por lo excepcional del proyecto, y asombrados ante el grado de revalorización que ha alcanzado, en el mercado mundial, tamaña criatura, se han puesto manos a la obra a la hora de reeditar, en formato digital y vinilo, esta suerte de mágica odisea repleta de aristas sensoriales capaces de remover las almas más sensibles, y provocar el gozo de los amantes del virtuosismo sonoro. Una prueba inequívoca del tremendo nivel alcanzado, en aquellos años 80, por muchas disciplinas artística valencianas.

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Sobre el autor

Curioso por naturaleza. Más de media vida escribiendo.


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