Con Easy living room (2013) la formación saguntina presentó su candidatura para traspasar, definitivamente, las fronteras valencianas. Cuidados arreglos, líneas elegantes, una inteligente combinación de soul, jazz, pop y folk, y la depurada voz de Lourdes Trujillo sentaron las bases definitivas de un proyecto que, continuó su senda con The importance (2015) y que, ahora, con Set me free, su cuarto disco, que rezuma funk por los cuatro costados, parece iniciar una nueva etapa en muchos aspectos: «Hay un cambio, tanto a nivel musical como personal. En cuanto a la forma, la novedad más importante es la introducción del bajo y del piano. Llevábamos bastante tiempo pensando en dar este paso, y cuando empezamos a componer las primeras canciones que tenían una clara influencia más funky y soul a nivel armónico, nos dimos cuenta de que era el momento idóneo para hacerlo. En cuanto al concepto del disco, cuyo título significa ‘libérame’, hemos querido romper las cadenas que nos intentaban atar a cualquier género musical, porque entendemos la música como un campo abierto en el que la experimentación y la búsqueda han de ser el mejor pretexto para el disfrute real».
La criatura comenzó a gestarse hace dos años, inmersa la formación en esa suerte de refundación global: «En los anteriores discos, siempre habíamos utilizado la guitarra como base desde la que partíamos para componer. Pero, en este disco, la mayoría de temas han sido creados con el piano, otros con ‘motivos’ o ‘riffs’ de guitarras muy funkys, o ‘grooves’ de batería muy soul. Ese ha sido el motivo por el cual el disco ha tomado esta dirección, y estamos muy contentos con el resultado, porque nos permite creer en un concepto nuevo para poder crear un directo más dinámico y enérgico, ya que las canciones son bastante bailables y tiene mucho carácter y fuerza. También hay espacio para alguna balada soul o algún tema que recuerda más a nuestros inicios ‘folky’, pero la dinámica general es mantener a quien lo escucha con una actitud positiva y enérgica».
En todo este proceso, Arcana Has Soul también ha querido salir en busca de nuevas vibraciones, nuevas mentes y manos en las que poder encontrar renovados consejos. Uno de esos pilares en los que recostarse lleva por nombre Brian Zalmijn, músico y docente del campus de la Berklee Valencia. Allí se produjo el encuentro entre él y una Lourdes que, hace un par de años, buscaba un profesor de canto moderno para preparar sus pruebas al Conservatorio del Liceu: «Yo me iba a estudiar jazz y música moderna a Barcelona, así que me puse en contacto con él. Más tarde surgió la idea de grabar un nuevo disco y pensé que nos aportaría muchas cosas buenas a nivel musical. Se lo propusimos, y accedió con mucha ilusión a trabajar con nosotros».
La propia Lourdes confiesa que la influencia de Zalmijn en este disco ha sido «muy fuerte». Los temas ya estaban construidos, pero su entrada en el equipo consiguió mejorar el resultado final: «Desde los ‘grooves’, la armonía y las estructuras, todo ha pasado por sus manos y ha mejorado la calidad de los temas. Además, durante la grabación, también hemos dejado espacio para buscar el sonido de las guitarras que más nos gustara, o ritmos de percusión latina. Detalles que, normalmente, siempre hemos tenido muy cerrados cuando hemos entrado en el estudio, esta vez han estado más abiertos a la improvisación o a la búsqueda del sonido adecuado para cada instrumento. Además la filosofía de Brian ha sido la de darle una función a cada instrumento en cada canción. Si la guitarra tenía un motivo muy rítmico en una, buscar una línea más melódica en las cuerdas, o si el bajo hacía un dibujo muy complicado, vaciar el ritmo en la batería… y así en todas las canciones. Hemos aprendido mucho en cuanto a producción musical».
Registrado en los Rockaway Estudios de Castellón, bajo la supervisión técnica de Juanvi Miguel, («es nuestro técnico habitual en los directos, así que conocía a la perfección nuestro sonido, y por eso los resultados han sido increíbles»), Set me free es un proyecto autoeditado, que será distribuido, tanto a través de diversas plataformas digitales, como en formato físico. Todo ello, con el objetivo de seguir cosechando las buenas críticas acumuladas hasta ahora en las vitrinas del combo:_«Obviamente, cuando publicas un disco deseas que guste, pero esta vez estamos tan seguros del trabajo que hemos realizado y creemos tanto en él, que simplemente el hecho de haber creado algo de lo que nos sentimos tan orgullosos es la mejor recompensa. Simplemente queremos poder compartir con nuestro público este pedazo de nuestra alma tocando en el directo las nuevas canciones».
Bolan (Hall of Fame, 2017)
A Guillermo Artés siempre le ha aburrido soberanamente seguir corrientes, y plantear propuestas que pudieran, ni tan siquiera, bordear lo previsible. Con la marca Pentatronika, y bajo la influencia visual de Breaking Bad, ya optó, con aquel Fuego, por tirar de una suerte de atractivo rock irónico que igual coqueteaba con el blues, que con el punk. Ahora, de nuevo con el apoyo de Dani Cardona (se incorpora a la grabación Rubén Marqués), el guiño evidente lo dirige hacia el universo inabarcable y, en muchas ocasiones, delirante, de Marc Bolan (nacido, hace, exactamente, 70 años, y fallecido hace 40), eso sí, no planteando una simple colección de versiones, sino una variada mezcla de estilos que, evidentemente, rememoran el legado del líder de T-Rex, oscilando entre lo oscuro (Big Band) y lo glamuroso (Mejor). Todo ello, en producción compartida con Sergio Devece.
Sayonara Tapes Vol. 1 (Autoeditado, 2017)
A medida que han ido transcurriendo los años, la capacidad compositiva e interpretativa de cuatro grandes de nuestra escena, José García del Real, David Campillos, José Montoro y Ramón Manzaneda, ha tendido a simplificar el concepto para incrementar el efecto deseado. Cuando hay tablas, un par de riffs de altura, y mucha actitud, son suficientes para ofrecer verdaderas lecciones de auténtico rock. El nuevo epé del combo, así pues, vuelve a demostrar su capacidad para generar auténticas gemas beat imperecederas.