“Por qué será, que de mí todas se van,
y me dejan con la tristeza de mi corazón,
que está padeciendo de amor.
Feliz yo seré si encuento el amor que a mí me querrá”
Cuando yo sueño con un nuevo amor, Los Protones (1965)
La banda saguntina Arcana Has Soul (AHS) vivió el pasado sábado un momento casi único, al congregar a más de 500 personas en La Rambleta. El sexteto llegaba hasta la capital para presentar su segunda criatura, Easy Living Room (PIAR, 2013), e iniciar una gira que le llevará (fechas confirmadas a día de hoy) hasta Madrid, Granada y Murcia. Y lo bien cierto es que las sensaciones con las que uno salió del auditorio del Bulevar Sur, no tienen tanto que ver con el éxtasis que a bien seguro todavía invadirá a Lourdes, Pablo, Toni, Paco y los dos ‘Joses‘ con respecto al vistoso y efusivo ambiente popular que se vivió en el patio de butacas, como con el presentimiento de que aquella aventura iniciada hace cuatro años, a base de pop, soul, swing y folk, comienza a coger carrerilla de una manera evidente, y lleva camino de convertirse en una de las referencias musicales valencianas más exportables en mucho tiempo.
Cuando te acercas al entorno de AHS, algo te dice que este proyecto tiene algo especial. Que ha ido recubriéndose de un atractivo nosequé (intuimos que, en gran medida conscientemente, pero también a partir de cierto punto de magia) que a buen seguro también intuyó la familia de Play Producciones cuando se embarcó en la aventura de coordinar buena parte del rumbo artístico de la elegante formación.
Como muchos ya sabrán, el equipo de Play Producciones, capitaneado por el incansable José Gimeno y Vicent Balaguer, lleva muchos años en este negocio. Décadas, de hecho (aquella RC Management). Tras lustros y lustros ejerciendo de representante, promotor y todo lo que se terciara en el mundillo de esta industria nuestra de andar por casa, el proyecto actual de Gimeno y compañía, Play, además de encargarse de mover a bandas como Magnética o Shining Crane, gestionar asuntos como la publicidad o el diseño gráfico, ha creado un sello, PIAR (Play It Again Records), cuyas primeras referencias han sido un EP homenaje a David Bowie y, efectivamente, este segundo larga duración de unos AHS que, como apuntábamos, emanan tan buenas vibraciones futuras que nos permitimos el lujo de apuntar cuáles pueden ser las claves del invento, e, incluso, incidir sobre cuestiones que podrían pulirse.
La elegancia es un grado
1. El primero de los arcanos del proyecto, precisamente, es el nuevo disco de AHS, producido por Saúl Santolaria, segunda criatura tras aquel Verbos Copulativos de 2011. Elegantemente sobrio, pese (o, tal vez, debido) a su elaborada factura, se antoja de facilísima digestión. En Easy Living Room, conviven elegancia y frescura. Desde la emotivamente punzante No Mama, a la etérea I Will Stay, pasando por la agridulce Sunshine, la cautivadora Goodbye, o el crescendo de The Meaning of Life, sin olvidar algunos detalles agradecidos como los guiños a Aretha Franklin (ese (You Make Me Feel Like) A Natural Woman, en Blue By Myself) o al recientemente fallecido Lou Reed (al Walk on the Wild Side, en la energéticamente pegadiza Easy Living). Todo ello, repetimos, convierte a esta producción en una de las referencias autóctonas indiscutibles de los últimos años.
2. La imagen que se ha ido construyendo en torno a AHS sigue tomando cuerpo, poco a poco, y el resultado final que se vislumbra tiene muy buena pinta. La esencia elegante de la formación (sin ir más lejos, la atención que Lourdes presta a su vestuario) invita a plantear, tanto un book fotográfico característico, como una puesta en escena sobria, pero atractiva. Los estilos de ambos grupos tienen poco que ver, pero algunas de las instantáneas y ambientaciones de AHS llegan a recordar a las propuestas por Madredeus, tan excelentes intérpretes, como visionarios a la hora de ofrecer un “producto” completo. Ése puede ser el camino correcto, como acertado lo es el que tiene que ver con los diseños de la carpeta de Easy Living Room, y a partir de aquí, de entornos como la web, la cartelería o las proyecciones del directo, que en esta ocasión han corrido a cargo de Ferran Gimeno. Vistosos y elegantes, sin duda.
La mano de Ferran Gimeno
3. Muy relacionado con este concepto de imagen de marca, cabe destacar el solvente equipo del que se ha rodeado AHS. Una familia en la que Play Producciones está jugando un papel trascendental, tanto a nivel de promoción como de apoyo profesional en muchos aspectos de esta aventura. Todo ello está contribuyendo a que ese velo de profesionalidad que parece envolver al proyecto, vaya asentándose.
4. El directo de AHS es una de las marcas indiscutibles de la casa. La compenetración existente entre Lourdes Trujillo, Pablo Campos, Jose Rodríguez, Toni Benedito, Paco Doménech y Jose Mellado es evidente. Tanto, eso sí, que uno corre el riesgo de dormirse en los laureles. El concierto del pasado sábado, día 26, en La Rambleta, marcará un antes y un después en la trayectoria del grupo. A partir de esta gira de presentación de Easy Living Room, el nivel de calidad y puesta en escena ha de explotar definitivamente. La peculiar combinación de instrumentos (chelo, violín, guitarra, percusión, batería, mandolina, ukelele…) es una de las marcas de la casa, pero algunos vacíos sonoros en directo podrían ser cubiertos. Cuando AHS cuente con un “colchón” sobre el que el resto de instrumentos pueda moverse como pez en el agua, el sonido definitivo del proyecto estará prácticamente afianzado. El chelo de Toni no es suficiente, como se demostró el pasado sábado, en contados momentos, cuando Pablo atacó con el bajo acústico.
5. Lourdes es uno de los seguros de vida del invento. Es posible que, en directo, necesite de unas pocas canciones para lanzarse definitivamente al ruedo, pero su registro vocal no deja de ser, a menudo, brillante, y sus maneras a la hora de desenvolverse, a medida que avanza la puesta en escena, llamativamente atractivo. Lourdes viene a escribir un nuevo renglón en la digna lista de voces féminas valencianas tocadas por el destino. La de figuras indiscutibles de nuestra música como Soledad Giménez (parisina de nacimiento) o la mágica todoterreno Ester Andújar, curtida en mil batallas desde hace décadas, a partir de proyectos en solitario, o acompañándose, por medio mundo, de grandes como Lonnie Smith, Idris Muhamad, Ximo Tebar, Dennis Rwoland, Ramón Cardo o la Sedajazz Big Band.
6. Por otra parte, AHS viene a equilibrar una activa escena musical valenciana que, en los últimos años, se muestra generosa en cuanto a cantidad de ofertas sonoras se refiere. La repercusión de la ingente cosecha de formaciones y grabaciones será limitada (el gran público sigue sin conectar con la multitud de opciones vigentes), pero su variedad es incuestionable. AHS, eso sí, llega para compensar una joven balanza autóctona repleta, sobre todo, de sonidos netamente guitarreros (de lo contundentemente roquero a lo puramente pop), y amplía el espectro dotando de normalidad a dicha escena. Hacía tiempo que un producto de la tierra basado en una moderada combinación de soul, R&B y pop, surgido además sin apoyo comercial de grandes promotoras o sellos (su primera referencia fue autogestionada, y, la segunda, financiada a través del crowfunding), no pintaba tan bien de cara a una efectiva proyección fuera de nuestras fronteras.
7. Otro de los motores del despegue definitivo del proyecto que ha de entrar en proceso de ignición tiene que ver con los detalles en escena del grupo. Adivinamos que AHS, como ya hemos apuntado, quiere basar buena parte de su filosofía en un concepto elegante y, en ocasiones, sofisticado. Si ése es el camino, así deberían comportarse todos los miembros de la formación en escena (esos espacios en blanco entre algunas canciones). Además, también deberían asumir que ha llegado un momento en el que aquel crianza sonoro va camino, si no se tuercen las cosas, de convertirse en gran reserva, y parte de su primer, amigable y fiel público dejará de ser capaz de apreciar los verdaderos aromas de un caldo que parece tener muy buen recorrido.
Estos siete secretos evidentes deberían confluir en una sentencia sencilla de definir y comprender, pero complicada de afrontar: AHS está a punto de despegar definitivamente. Tan sólo falta que todos los elementos trascendentales del proyecto (Lourdes, Pablo, Toni, Paco y los ‘Joses‘) acaben de creérselo, y atacarlo desde la humildad. Porque ahora, casi todo depende de ellos.
Y, sí, sin duda alguna, el de AHS es un motivo inapelable para que no nos cansemos de recomendarles que consuman cultura y, si es cercana y de calidad, mejor que mejor. Por regla general, no se arrepentirán.