Alguien, yo no he sido , ha comprado un traje de la extinta Lady Di por 232.500 euros del ala. O sea que si es cierto que hay gente que mueve la pasta. Es el seguidor del icono a cualquier precio. ¿Para que sirve un traje de esas caracteristicas? ¿un morbo especial?
Eso me permite a mi especular acerca de las cosas que guardo en mis armarios. Tiene sentido aquello de “devuelveme el rosario de mi madre”. La cosa está chunga. La monarquía inglesa y sus aledaños , Sarah, se han lanzado a la venta de cosas, enseres y personas. ¿Será vicio? ¿Será necesidad? Me voy a la Cartuaj, si me admiten, a encerrarme y huir de este circo de locos.
¿Yo daría algun euro por hacerme con las cintas de grabación de los Consejos de Ministros, con las de la Autonomía? ¿Sería legal subastarlas ahora que las han “quemado” gürtelianamente y solo son piezas de convicción que no convencen.
Me voy a ver el circuito de la F1 con el temor de saber si Bernie ha cobrado o no el canon. ¿Berni has trincado la guita? ¿Te la vas a gastar en gambas de Denia en el Central Market?