Antes era no y ahora son cuatro corbatas. ¡Vale machos!
Las bocas sufren de calentón y suben el tono. Empieza la guerra, que estaba soterrada de parlamentarismo, y ahora se lleva comparar. Andalucía tiene más que callar con sus pensionados falsos, Rubalcaba esconde un faisán entre sus piernas. Vale todo y yo pierdo la perspectiva. ¿No es lo mismo aceptar corbatas, digo por decir, que salarios falsos procedentes de un fondo para amigos calificado, al parecer, erróneamente como fondo de reptiles?
Es menos, claro, pero es.
Ser o no ser no es el debate ahora. Los gritos del avalentaor comarcal apagan los débiles susurros de la contradicción. La sublimación está servida.
De los fondos de reptiles, atribuidos a Bismark, antes destinados a la prensa llamada entre otras cosas ‘la canallesca’, se sabe que son de poco uso para ese fin inicial. Ahora son reservas para mejorar el ‘status’ de los correligionarios que pueden ir a menos si pierden las elecciones.
Con Romanones estaba el tren de los cesantes que con el cambio de Gobierno se iban a casa para luego volver; ahora no hace falta.
A los electores nos dan ‘por calicatas’. Del argot que viene a ser equivalente a sodomizarnos. Se ve que nos lo merecemos.
Entretanto el presidente del Congreso, eso sí, acompañado por eminentes parlamentarios, se va a ver a Obiang y le aporta una lista de inversores.
¿Preparamos la retirada, señor Bono? Es legal, claro que lo es. ¿Es moral? ¡Ah! Quién sabe.
Me enerva que tengamos que mandar a los jóvenes a Alemania. Decididamente nos han bajado la moral antes que los pantalones. Y ahora por si fuera poco parió la burra .Hacienda versus autónomos. ¿Cómo es posible que habiendo casi 5 millones de parados aquí no pase nada? Es la economía sumergida y la solidaridad familiar. Buenos días.