El parque natural del Turia, una enorme extensión protegida que abarca nueve términos municipales, ofrece muchos contrastes. Y no todos son agradables. El paisaje idílico que se puede disfrutar a la altura de Ribarroja, buen ejemplo de bosque mediterráneo, choca de frente con el tramo más próximo al área metropolitana de Valencia, donde el pasado miércoles un incendio calcinó cuatro hectáreas de vegetación, especialmente cañas secas, combustible perfecto para el fuego. Fue un buen indicativo de la falta de conservación de la zona, una denuncia vecinal que va camino de convertirse en histórica.
Entre los términos municipales de Paterna y Manises, el parque natural cambia el pino carrasco por los vertidos de escombros, las malas hierbas, los edificios ruinosos e incluso alguna chabola. Neumáticos, latas, litronas y hasta carritos de bebé destrozados adornan unas vistas que poco tienen que ver con un parque natural, tal y como fue declarada la zona en 2007.
Es copia del diario LAS PROVINCIAS de hoy.
¿No hay dinero para arreglarlo? ¿No hay civismo para evitarlo? Buenos días. ¿Y si fuera todo un problema de formación cívica etc?