LA CHISPA
Ruidos de guerra
Carlos Pajuelo de Arcos
Sobre mi cerebro la confusión de los F-18 volando a una base americana en Italia y la falta de cejas con movimientos circunflejos apostando por la paz frente al Congreso.
El fraude que supone el cambio de no levantarse ante la bandera a entregarte a las de los halcones para silenciar al tirano de uniformes kitch, huele a supervivencia.
Sentado en su jaima, llena de regalos de alazanes blancos para sus visitantes, espera, digo, con todo el dinero que fluye por las torres de fuego negro. Los vendedores de armas hacen su agosto mientras toman el té.
Claro, me dirán, es un mandato de la ONU. Pregunto: ¿Lo harían si debajo no hubiera petróleo en forma de refinerías?
¿Sí no hubiera petróleo allí, que haríamos como invitados a ese festival de la muerte ¿ ¿Quién se quedará con el país y calmara a las 140 tribus que soportan el calor del desierto?
De otro lado la soledad entre escombros de la figura de un japonés consternado y vivo. No tiene miedo a lo nuclear sino al tsunami. ¿Se reconstruirá sobre las mismas propiedades? ¿Cómo distinguir ahora lo que antes era mío? ¿La tierra nipona se ha desplazado. ¿Qué dirán los notarios y los registros de la propiedad?
Aquí el bombardeo de pólvora festiva nos hace olvidar y el ruido aéreo es una cortina de humo que tapa, por el momento, los ERES; por ejemplo el del Sidi Saler que no parece estar claro.
Más al Sur la autoproclamación de Ripoll- alias “ Farruquito” al decir de algunos.
La autoproclamación no es nueva, tenga visos de convención urgente o de un paso al frente con los fieles.
Nada que ver con la de Napoleón Bonaparte que le quita la corona de Emperador al Papa y se la pone él. Eso si es una proclamación…aunque luego llega Waterloo y mire usted el posible envenenamiento final en Santa Elena. El arsénico no tiene pérdida.
¿Cómo va la deuda nacional? Se ve que debemos mucho entre bromas y veras; el Gobierno actual nos ha dejado casi sin oro y a fuer de prohibir ni un cigarro nos deja con el culo al aire. Buenos días.