Mercedes Milá salía hace unos días en defensa de Ana Rosa: «El periodismo es esto». Y la propia Quintana se felicitaba por «dar la noticia que cualquier periodista hubiera querido dar». Pero que no espere muchos aplausos. La Asociación de Jueces Francisco de Vitoria entiende que «se han sobrepasado los límites de la decencia periodística». «Es canallesco y una tropelía violentar la libertad de una disminuida psíquica para sacar una noticia espectacular. Esto en otro país hubiera sido indecente», critica Marcelino Sesmero, portavoz del colectivo. A la confesión (el 25 de febrero) de la mujer de Santiago del Valle, se añade un segundo vídeo en el que se ve a la reportera grabar a Isabel cuando pide que le retiren la cámara y decir ‘no me la va a quitar nadie’ (en referencia a otros medios). Hasta llegar a este punto, el recorrido ha sido largo.
Ya está bien y me alegro mucho que a Quintana la sienten ante un juez o jueza y a m´ñas deberían sentar. Si nosotros, los periodistas, damos rienda suelta a nuestro afán´en plan la película “primera plana” buscando eso que llaman los americanos un “scoop” y para eso debemos presionar, amenazar, violentar, seducir etc a la persona, que en este caso además es una disminuida psiquica- ¿Cual es el limite?. ¿Dónde queda la ética?.
¿Es una fuente fiable, por cierto? El interés por conseguir cuotas de audiencia es cada vez mayor y la grosería hecha programa se va adueñando de un tipo de televisión- no olvidemos que el 95 % de la información se adquiere a través de este medio-cada vez más inclinada a los morboso,
Recuerdo una frase que me han enviado hoy de Saramago. Todos me dicen que haga deporte, ejercicio y no he oído nunca que nadie diga a los deportistas que lean más” ( más menos). Apriete el botón y menos “hora del planeta” y más leer y apagar la televisión miserable. Cuando se dio libertad para las privadas todos creíamos que habiamos ganado una cota más de libertad. ¿Si?. Buenos días.