La Chispa
El quinto sueldo
Carlos Pajuelo de Arcos
He oído que a nuestro ex ministro de Economía el Sr. Solbes le van a nombrar consejero de Enel, la ahora eléctrica italiana. Un ingreso más. Congratulations.
Si es así, al margen de desconocer la razón íntima de ese posible nombramiento, me dicen también que de esta forma nuestro paisano valenciano se lleva a casa del orden de 5 salarios cinco, pensiones incluidas. ¿Es posible?
La gente es mala porque también dicen, como en el caso del antiguo ministro de la UCD el Sr. Villa, que no se ha bajado nunca del coche oficial lo que pongo en duda porque supongo que del coche iría a su ministerio e incluso a su casa andando, salvo que lo llevarán dormido en andas su guardaespaldas.
Si fuera así, mi autoestima y supongo que la de otros, incluidos algunos lectores, ha bajado algunos puntos en el supuesto ranking de vanidad personal.
Yo creía que era listo porque , mire usted por dónde, pues me había desclasado un poco y alejado de mis papas, perdedores ellos de la guerra civil, esa de la memoria histórica y ahora caigo en el garlito- que viene a ser como caer en la trampa- de que hay otros mucho más listos que yo. Te admiro Solbes mío.
Cuando dabas con uno más listo que tu siempre decías: ese no es feliz; eso en el mejor de los casos y los más duros decían aquello de: ese, seguro que tiene purgaciones o algo por el estilo o sífilis ¡vaya usted a saber!
Muchas veces he glosado el dedo índice, ese con el que se nombra o se señala, como fundamental para el emplazamiento en el contexto social. Le tengo nostalgia.
Los romanos, sobre todo si eran emperadores, usaban el pulgar con el que durante un minuto se podía oír un vuelo de mosca en el atiborrado Coliseo-; con el pulgar se salvaba un gladiator o no y eso hacía siempre, fuera el resultado que fuera, que las masas vociferarán hasta que les daban sangre y pan, que no es lo mismo que pan y circo. Con el anuncio de Zapatero ahora todos le aman
Es el dedo. Buenos días.