PRIMEROS AUXILIOS
30.04.11 – 00:37 –
Siempre debe haber una atención sanitaria después de la recuperación
José Murciano Revert*. Escribo estas líneas cuando la semana santa acaba de comenzar. Las previsiones meteorológicas en este momento son de lluvias generalizadas en toda España para los próximos días. Ello quiere decir que estos días serán poco propicios para que la gente se bañe, en el mar, piscinas, pantanos, ríos. o
en cualquier otro lugar donde pueda haber agua para refrescarse.
Por otro lado, el día 17 de abril nos enteramos de que un niño de dos años había fallecido ahogado en la piscina de un chalet. Desgraciadamente los casos de ahogados se vienen repitiendo año tras año en número importante de casos, hasta el punto de que el ahogamiento (asfixia por inmersión) es considerada la segunda causa de muerte accidental tras los accidentes de tráfico, por supuesto. Quisiera con estas líneas, además de señalar el problema, arrojar algo de luz acerca de lo que es el ahogamiento y dar unas pequeñas normas a seguir si nos encontrásemos ante un desgraciado suceso como éste.
El ahogamiento es la muerte por asfixia que se produce por inmersión en un medio líquido. Se da sobre todo en niños y ancianos. En los ahogados jóvenes, con frecuencia se encuentran factores predisponentes, como son la obesidad, el consumo previo de alcohol, drogas o medicamentos, traumatismos de cabeza o cuello, o determinadas enfermedades que pueden provocar debilitamiento o pérdida de conciencia dentro del agua, como epilepsia, infartos de miocardio, arritmias etc.
Aparte del mar, ríos, lagos, piscinas.. no debemos olvidar los ahogamientos que se producen en medios más comunes, como las bañeras, que se ven sobre todo en niños o en personas epilépticas.
Hay dos tipos de ahogamiento:
-Ahogamiento húmedo, típico: que se da por inundación de agua en los pulmones. Son la mayoría (aproximadamente el 85-90% de los casos).
-Ahogamiento seco o asfixia por laringospasmo: en el que se produce un espasmo de la laringe, no entrando agua en los pulmones. Es mucho menos frecuente que el húmedo. Realmente estos casos se comportan como estrangulados o ahorcados (ver después), aunque sin causa externa que impida el paso del aire.
En el ahogado, la vía respiratoria se llena de agua, lo cual impide obviamente que se produzca el intercambio gaseoso en los alvéolos, siendo el resultado también una asfixia, que provoca la muerte en cuatro o cinco minutos.
Agua dulce y salada
Aunque en los primeros auxilios no tenga importancia, para la evolución posterior del ahogado, podemos distinguir dónde se ha producido el accidente, ya que se producen fenómenos diferentes en el organismo. Si es agua de mar, la concentración de sales es muy alta, mucho más que en la sangre, por lo que se produce un paso de agua desde el organismo a los pulmones, lo que puede producir hipovolemia (disminución del volumen de sangre) en el torrente circulatorio, mientras que si es agua dulce, ésta contiene pocas sales, y lo que se produce es el paso de parte de ésta agua al torrente circulatorio, por lo que puede producirse hipovolemia, es decir, aumento del volumen de líquido circulante en la sangre. En cualquier caso, esta diferencia no es importante en los primeros momentos del ahogamiento sino posteriormente cuando haya sido reanimado y sea tratado en un hospital.
Por lo tanto, tras sacarlos del agua y dado que las posibilidades de supervivencia son mayores cuanto antes se inicien las maniobras de reanimación, y disminuyen mucho transcurridos 10 minutos tras la inmersión, procederemos, además de dar aviso al teléfono de emergencias 112, a poner en práctica la Reanimación CardioPulmonar (RCP) básica si tenemos los conocimientos necesarios para ello. Hay que tener en cuenta que el agua tanto de mar como de piscinas, ríos, etc, suele estar más fría que la temperatura corporal, por lo que en los ahogados suele haber siempre una cierta hipotermia acompañante al cuadro de asfixia, por lo que deberemos taparlos si podemos. No se debe intentar forzar la salida del agua de los pulmones, porque no es efectivo, y porque es frecuente en los ahogados que vomiten, por lo que parte de lo vomitado podría pasar a los pulmones, empeorando la situación.
El ahogado siempre debe recibir atención sanitaria posterior, aunque parezca que se ha recuperado, ya que, como hemos visto, el agua salada, la dulce, la de las piscinas, las sucias, pueden dar complicaciones graves posteriores.
*Especialista en medicina de Familia y Medicina Interna