La Chispa
El ritual
Carlos Pajuelo de Arcos
Se sabe que un ritual es la cristalización de una costumbre, de una ceremonia que se repite de forma invariable cada vez que se celebra.
Hay diversos ritos que son objeto de atención familiar como puede ser el bautismo para los católicos y otros multitudinarios cual es el caso de la consagración moderna de quienes nos mandan y es el resultado de meter unos papeles llamados votos en un recipiente al que llaman urna- con verdadero sentido funerario para muchos, sobre todos para quienes no ganan.
Los movimientos de los días anteriores que han dado en conocerse por el día y el mes 15M, han hecho poner en duda la veracidad del sistema y la realidad del uso del poder.
Para muchos de los elegidos es un rito de iniciación por ser la primera vez que están en uso de cierto poder; poder condicionado por y para las siglas dónde se diluyen individualidades y se refuerzan expectativas.
¿Ha terminado el rito con esa función depositaria de papeles?
Lo pregunto porque yo no lo sé. ¿Asistimos a un ritual funerario del sistema? ¿Las concentraciones eran a manera de un velatorio? ¿Se ha despedido el duelo o permanece de cuerpo presente el muerto democrático?
Los resultados conocidos pueden suponer, para los que ganan, un empujón hacia la certeza de que su política era y será la adecuada y si la victoria es aplastante se puede caer en el error de ignorar las consignas pacíficas de quienes quieren seguir estando acampados.
Los acampados piden más espacio físico para seguir estando en la calle y yo auguro que se disolverán o serán disueltos, porque su razón de ser, al decir, supongo, de algunos ya no es. ¿Es o no es?
Yo creo que sí que es porque a buen seguro si repasamos el contenido de los carteles-aviso, que como banderolas crecían por doquier de los campamentos, poco de lo que allí se decía se ha cumplido.
¿Se ha trabajado por nacionalizar la banca? No.
¿Se ha visto desaparecer a los partidos en plan bipartidismo? No.
Ahora viene la lucha. Los que han ganado pedirán elecciones generales y los que han perdido quieren resistir.
¿La culpa de la pérdida? la crisis. ¿La victoria? la política del bien que lo hacemos. Buenos días