Mientras un convoy del Ejercito español discurría por una carretera a su cargo en Afganistán un vehículo, con plancha de acero debajo y un inhibidor de frecuencia instalado, uno de ellos voló por los aires por efecto de una mina y se llevó adelante heridos y una pierna de la conductora y otra de un teniente. Han sido amputadas. Y eso que estamos en misión de paz, al decir de Chacón y de quien le pregunte.
Hace tiempo , por curiosidad machista miré cuanto valía perder un huevo-testículo parece más técnico-y me asombré al ver que valía menos que un dedo.Yo ya lo sospechaba.Los huevos-testículos a este paso seguirán devaluandose y los dedos al alza. El dedo de nombrar cargos,por ejemplo tiene un valor infinito para quien lo usa y lo recibe proyectado en forma de asesor,un decir. Pajín dime algo en plan Ministra de sanidad.
Desconozco el valor de las piernas perdidas pero adivino el calvario a pasar por quienes las han perdido. Se debería tener la decencia política de llamar a las cosas por su nombre real.Eso es una guerra. Buenos días.