Leí un estupendo reportaje sobre Portland el otro día de la pluma de Mercedes Gallego y tan es así que me han dado ganas de irme a Portland. ¿Irme como si abandonase el Mediterraneo?. No. Irme solo un poquito y ver la ciudad que , según Gallego, es la que ha ganado la partida a al ecología, al placer de vivir y la bonhomía de sus gentes. Será digo como una especie de Paraíso perdido de Milton, por decir algo. Una especie de gloria a preservar.
Las gentes circulan mucho en bici y una vez al año se regocijan , ellos y los mirones, en pasearse montados en su bici como vinieron al mundo o casi.
Con el calor que hace aquí no estaría demás que se pudiera hacer aquí. Ir en bolas, que se llama, tiene eun inconveniente y es que no todas las bolas del respetable son el David de Miguel Angel o las curvas de la mítica Marilyn. Está claro. No somos iguales. Yo no estoy ahora para “bolearme” públicamente sobre la bici…y sobre nada.Buenos días.