LA CHISPA/ las provincias de hoy
La prima
Carlos Pajuelo de Arcos
Esta mañana me he sorprendido, con terror, a mi mismo despertándome con la prima de Salgado; la ministra junto a mi cabeza y esta no es la primera vez, lo confieso.
Eso está afectando mi lado existencial.
Recuerdo que mi profesor de filosofía, se quedaba callado muchas veces y nunca supe si no tenía nada que decir o pensaba en profundidad sobre el caos, por ejemplo. El caos es un temazo para quien no tiene nada que ofrecer.
Un día nos dijo que “existencial” es lo que alcanza al sujeto, al nivel vivido personal.
Vicente Lladró lo ha “clavado” el sábado al llamarnos especuladores cuando ingresamos un poco de dinero, si es el caso, en la cuenta de ahorro.
¿Debo sentirme un traidor a los indignados? ¿Me parezco a Botín? ¿Seré sin saberlo socio de Lethman Brothers? ¡Collons, que miedo! Un minitaco local alegra el día.
El dinero nadie sabe dónde va y que extraños caminos circunda para acabar en la prima de riesgo y en mi cama o en la cuenta de Modesto Crespo que no quiere largar sobre su gestión de “la guita” en la CAM, por ejemplo. Además se pasea con aires de dignidad.
Digo Crespo como podría decir otros, claro. Eso es existencial, digo, para no perder el hilo del titular.
Conviene, si eres político lect@r mío,que cada día lo existencial cotidiano llegue al pueblo y que además no se entienda “ad major gloria” de quien es incomprensible.
Ofrezco con humildad irreprochable el dicho de Einstein a efectos de durabilidad como las pilas del “y sigue, sigue”.
“para ser miembro irreprochable de un rebaño de ovejas uno debe ser, por encima de todo, Oveja” y en cuanto a la prima famosa solo se puede entender si comprendemos esta definición incomprensible en si misma.
La prima es: La contingencia convergente exógena fácticamente progresiva y anti cíclica- que permite compatibilizar nuestra alternativa con la discordancia arrítmica electoral.
Y ahí estamos sin comprender, ni tener putísima idea del porque me levanto con la prima de Salgado y porqué no meten en la cárcel a los mangantes que han dilapidado nuestro dinero. No te pases Carlos. Haya paz, pues eso que haya. Buenos días.