FLASH
26.11.11 – 00:31 –
CARLOS PAJUELO DE ARCOS PERIODISTA |
Hace algún tiempo que defiendo que la mejor leche es la materna. En ese campo concreto ya he especulado sobre el tema y reproduzco alguna reflexión actualizada del mismo, a propósito de una ‘quedada’ sobre el asunto.
Decía entonces y repito ahora que: aunque el que suscribe ya no está para teta, ha llegado a mis oídos que fueron muchos a la convocatoria de las madres defensoras de seguir alimentando a pecho a sus niños y dado que esa convocatoria lo fue bajo el notable vocablo descriptivo e imperativo de ‘La Gran Tetada’, parece obvio que defienden por buena esa alimentación.
Por los datos recogidos había más espectadores en edad «pos teta» que niños de pecho seducidos y abducidos por las glándulas mamarias de mamás que lucían estrepitosa y orgullosamente sus correspondientes glándulas.
Impresionistas al natural. La cara de los bebés lo mostraba.
Algunos dejaban dicho a sus colegas voyeurs que aquella convocatoria de la GranTetada podría haber sido sustituido por «La Gran Mamada», porque allí era de ver la capacidad succionadora de los labios insaciables de niños que luego se harán mayores y continuarán con su afición.
En mi alocada y pertinaz manía de pensarlo todo, pienso en el hecho de que ahí hay a manera de una tesis doctoral o una investigación. Gabinetes ‘ad hoc’, que crecen como setas a la sombra del poder instituido o por instituir con el sano objeto-sano para los gabinetes- de obtener sugerencias para incluirlas en sus habituales programas electorales. La carne es débil.
Al margen de teorías estéticas, abogo seriamente por dar teta a los recién nacidos siempre que se pueda hacerlo. Buenos días.