LA CHISPA CARLOSPAJUELODEARCOS. LASPROVINCIAS.ES
06.12.11 – 00:06 –
CARLOS PAJUELO |
Es un infinitivo. El infinitivo es una forma verbal no finita que, generalmente no distingue persona, número ni tiempo Eso es.
¡Ay!, dice el torero que busca la suerte en el recorte frente al toro.¡Cuidado con tanto recorte!
Ejemplo, en la famosa Sanidad de manos de gerentes a cada cual más ocurrente, a la hora de recortar. Es un juego llamado ‘A ver quien recorta más’.
He descubierto más posibilidades de más recortes. Capitulo: ‘Concentración de camas’.
¿Quiere eso decir que dónde hay un paciente pondrán seis? ¿Ha pensado usted en literas que llegando hasta el techo pueden ser atendidas por médicos y enfermeras de altura baloncestística?
Así en una habitación pensada para uno -cuando éramos camps ricos- hoy-que somos fabra pobres- podemos ‘almacenar’ hasta 6 mini enfermos.
En el capitulo ‘Papel y atenciones’ recomiendo que cada uno se lleve el papel del WC desde casa y castigar cara a la pared a todos los que sobrepasen el número de visitantes por cama, o que paguen entrada y unos euros por sillón de día, como al parecer hacen ya en Catalonia.
Un capitulo por explorar es el de los persuasores voluntarios en urgencias y en consultas externas. Los voluntarios concienciarían a los ‘supuestos enfermos’ en el hecho filosófico de que no hay enfermedades sino enfermos, al decir de los hipocráticos dioses del fonen.
Han de volver a casa con la idea de que son enfermos imaginarios, molerianos (de Moliere).
No fumo, no bebo, no fornico, no viajo, no especulo o sea como la mayor parte de la gente, y aquí estoy a punto de sufrir un recorte más. Nein.
Por otra parte se habla de modificar el número de días de limpieza. Bien.
Existe la posibilidad, por explorar aún, de pedir a quienes asisten al trabajo se lleven de casa cepillo y recogedor e incluso mocho si se me apuran y al grito de ‘Viva el duque’ se lancen alegremente a limpiar y poner el suelo como ‘los chorros de oro’.
Supongo que mis lectores habrán pensado en esto e incluso en mucho más. La imaginación del ser mediterráneo da para morirse de risa. Morirse, por favor, en casa, que se gasta menos. Buenos días.