Hace un par de años y medio escribí una columna en mi sección semanal de La Chispa que trataba de la generosidad de nuestra Sanidad pública. Ayer me intervino un equipo de oftalmología del Peset. Un equipo esplendido que no quiere ser citado; estos profesionales de primer nivel, funcionarios que cumplen ampliamente su horario y función, comentaban entre si algunos recortes previstos en sus emolumentos y también en material.
Es cierto, lo confieso, que conozco a algunos de esos profesionales y eso me ayudó. Otros pacientes que eran un barra 46-para señalar un SIP normal- recibían un trato exquisito desde la recepción hasta el detalle del cirujan@. Felicito una vez más. No pasa igual en todas partes y esa es la razón de repetir una parte de la columna.
¿Esos servicios a los que me refiero continúan, continuarán o se regularán? ¿Por qué no habla usted de Camps,me dicen?. Para qué. Ya se sabe lo que ha ocurrido. De todas formas la Hacienda Pública Valenciana no estará en el Gürtel pero esta´hecha unos zorros,vacía y yo y algunos amigos míos no nos hemos gastado el dinero-. ¿Dónde está? El jurado en este caso es la ciudadanía. Pregunten a ellos.
la chispa
CARLOS PAJUELO DE ARCOS
Hasta en 20 idiomas diferentes pueden traducir “me duele la cabeza o siento una opresión en el vientre” y lo traducen en la Sanidad valenciana desde hace unos días.
Somos progresistas, solidarios y la leche en polvo.
Aún me acuerdo el cómo me trataron a mí en el St. Mary Hospital de Londres y eso que me medio entendía en ingles. No me extraña que el turismo sanitario sea un servicio en alza.
Al final del episodio inglés, la recomendación decisiva, sin saber además el diagnóstico, fue “regrese usted cuanto antes a su país y tómese esto”- era a manera de un Valium- que le calmara”.
Me da miedo ponerme enfermo fuera de casa y si usted me apura también me da miedo ponerme malo aquí y si es fiesta peor. ¡Qué le vamos hacer!
Los que votan por el advenimiento de la III República, que los hay y muchos, siempre dirán aquello de “con Franco vivíamos peor”, aunque se deben dar prisa porque las nuevas generaciones ya no tienen idea de quién era ese señor del que tanto habla el abuelito.
Volvamos a la multilengua sanitaria.
Dirán en Gales, y en Guinea-Bissáu e incluso en Kenia aquello de: “tío conozco un país de Jauja, Alicia en el País de las Maravillas, donde te atienden gratis y te entienden como te entiende tu padre. Ve a que te miren ese grano que tienes en el culo”.
La cosa tiene su morbo porque yo ya sé que el mandinga o el urdu tienen su aquel y también sé de las dificultades que el personal nuestro tiene para explicar al médico su particular dolor y cuando empezó. Imagínate en mandinga.
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La cosa seguía y lo traigo aquí ahora,ya digo, para saber si esto también se recorta y llamo a una prima inglesa de un amigo mío para que venga y le cambiamos la cadera que buena falta le hace, pobrecita mi amor. Buenos días.