>

Blogs

Carlos Pajuelo

Pajuelo: la chispa

¿Usted pega a su médico? Yo no. Cuídelo .Hay pocos

¿Usted pega a su médico? Yo no. Cuídelo .Hay pocos

Un justificante para explicar los motivos de una ausencia laboral desencadenó una brutal agresión a dos médicos en el centro de salud de Serrería en Valencia. Uno de los sanitarios tuvo que ser asistido en el Hospital Clínico tras recibir guantazos y patadas de una paciente, que fue detenida por la Policía Local de Valencia (fuente: las provincias)

Las masas están desatadas. Voy de “oca a oca y tiro porque me toca”.

La noticia que acabo de escoger para usted da que pensar. El médico ha pasado, en general, a ser medio Dios con bata blanca y la llave de la sabiduría que nos quita el dolor de espalda, o nos puede salvar la vida, a un funcionario, en general, ocupado en la austeridad que nos embarga mirando un ordenador.

Un ordenador que muchas veces “se cuelga” de un maldito Abucasys- creo que se llama, más o menos así el programa “integral” donde estamos ahí todos los que estamos, que no son todos los que somos.

Cuando la cola enfermiza no agobia, el galeno recibe al llamado “respetable” que va con la lección aprendida y con el encargo escrito de lo que quiere.

Si el docto galeno no termina de estar de acuerdo con lo que el otro pide, hay gente que se aviene y otra que monta en cólera.

El respeto se ha caído al suelo. La fe se tambalea y la medicina mágica pierde eficacia.

El médico de “primaria” es clave y sobre el mismo caen los improperios y las patadas- se ve por la nota- de verdaderos orangutanes (en este caso citado orangutana) y la presión de índole superior.

Hay muchos médicos que no han tocado o han tocado poco la “clínica” y trabajan como supervisores o jefes en la organización de centros de salud, jugando a pequeños dioses que quitan, ponen y trasladan a “major gloriam” de su curriculum.

Dejan de ser médicos y se convierten, en un fenómeno extendido, en gilipollas que hacen al caldo gordo a sus superiores.

¿Por qué? Son presos del clientelismo político y de las estadísticas, y de los presupuestos que ahora son restrictivos y de su ansia enfermiza de poder y ambición.

Hipocrates, el del juramento, debe ser rescatado y aunque hay mucho medic@ esplendido que mira, piensa, compara, prescribe y sigue al enfermo con especial fruición. Muy bien.

Hay otros, como en todas las profesiones, que necesitan cambiar de profesión de nuevo, romper la rutina del horario  con cierta urgencia. re aprender, practicar.

A los enfermos nos hace falta paciencia, modales, respeto mutuo y hacernos explicar, si es el caso, lo que cree que nos pasa y saber que las cosas no funcionan a “hostia” limpia.

Paz en la consulta a los hombres y mujeres de buena voluntad. Me voy a la cola de crónicos. Buenos días.

Temas

Por Carlos Pajuelo

Sobre el autor

Profesor emérito Universidad, escritor , publicitario y periodista. Bastante respetuoso con los otros. Noto la muy mayoría de edad física. Siempre me acuerdo de aquello de "las horas hieren y la última mata" y para aquel que trate de averiguar que significa esto ; cada uno que crea y piense lo que quiera


febrero 2012
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
272829