MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) –
España se ha sumado a la hora del planeta con el apagón de sus edificios más emblemáticos, desde la Sagrada Familia de Barcelona hasta el monasterio de El escorial en Madrid, y el mosacio de un panda en el que han participado más de 500 personas, en una iniciativa mundial que sirve como símbolo de lucha contra el cambio climático.
¿Quién se niega, asi de salida, a estar con el Planeta?, Tiene risa, por no decir huevos, la cosa. Si yo vivo aquí, en el Planeta como no voy a estar con el esférico mundo que me hace girar sin yo darme cuenta. Es una “boutade”. ¿Para estar hay que apagar la luz? Yo apago la luz porque acabo de enterarme que me han vuelto a subir la tarifa. Usted es un insolidario, me dirá. Puede. ¿Puedo yo apagar El Escorial, el Ayuntamiento, los platós de TV? Es obvio que no. ¿Me han pedido permiso a mi para apagar las luces de la fachada de El Prado, un decir. Pues no, no me lo han pedido. ¿Lo hubiera dado, el permiso? Hombre según me lo pidan. La gente somos así.Es cuestión de pedirlo. Claro que todos no somos iguales.
Ayer caminaba yo por una acera esquivando bicicletas, carritos de bebé con madre,abuela,nenes más grandecitos que ocupan todo lo ancho de la acera ( ahora comprendo al Barón Haussman que diseño esas grandes avenidas en Paris ,para que las masas no se escondieran de sus cargas de caballería) cuando de un portal salen dos perros de regulares dimensiones atados a una correa de dos bifurcaciones y en una urgencia se cagan doble sobre la misma acera dejando muestra amarilla de su existencia y su dueña no recogío.
Un momento de estupor prodigioso. un silencio mayestático sobre y en el aire y las miradas concentradas sobre los ojos retadores de la dueña que nos dio la espalda y cuando alguien dijo “recoja usted las cagadas” se volvió desdeñosa y siguió.
Hoy pasaré a mirar si sigue la muestra sobre el adoquín que en su sufrimiento mineral padece de todo. No basta con pedir. A lo mejor hay que exigir. ¿Ahora, digame usted, como obliga a USA y a otros a firmar lo del protocolo de Kyoto? Yo aquí miro como apagan y siendo bueno lo de apagar me cimbreo sobre mi mismo de la risa.
De momento apago mi flexo por la tarifa disuasoria, voy andando- no porque me guste- sino porque el combustible se ha puesto a caer de un burro y no como langosta o cosas asi, no por la depredación sitemática de los mares sino porque el precio está por un riñón y yo solo tengo dos.
¿Amo al Planeta?. Claro que lo amo. No tengo más hue…¿Hay otro sitio? Es como decir ¿Ama usted a Rajoy o a Rubalcaba, o a Cospedal o a Valenciano? Ya, ya sé que no es lo mimso, pero se le acerca. No tengo más remedio. Me voy al Sol. Buenos días.