Violencia innecesaria
Los medios de comunicación de estas últimas horas acogen con cierto interés las declaraciones del obispo Reig en Alcalá de Henares. Su rotundo físico, su verbo atronador, infunde cierto temor inquisitorial, dicen.
Este integrismo en tiempo de relajo ético puede parecer un aldabonazo a una sociedad abandonada al nihilismo y al materialismo más atroz. ¿Lo es?
Probablemente no. Hay estratos de la sociedad más “atacables”, que obtienen de la “clientela” habitual mayor repercusión y como todos el obispo creo que es humano y por tanto está sujeto a las vanidades de este mundo de carne y desenfreno prematrimonial que nos con duce, según Reig, a la perdición irremediable. ¿No?
¿Es bueno este tipo de discursos de los Reig que en el mundo son? ¿Son los radicales los mejores anunciadores del perdón, de la comprensión y de la caridad para con el otro? ¿Dónde nace y adónde conduce la violencia de los radicales de diferentes formaciones?
Al leer con detenimiento lo que se reproduce de lo dicho en Alcalá, no encuentro ninguna admonición,por ejemplo, a aquellos que son su especulación han hecho de la vida un marco para muchos insostenible y éticamente reprobable.
No veo citado al rico especulador con el alma del otro que tiene serias dificultades para que no le desahucien, ni al empresario que hace del trabajo una suerte de explotación y que tendrá n dificultades para alcanzar el reino de los cielos. Aquello que “es más difícil…”
En el lenguaje brutal de los años 40/50 hay menos maricones y tortilleras que explotadores, más violencia en el mundo del trabajo que en el ejercicio del sexo por quienes así lo han decidido.
La Iglesia Católica y otras practican comprensión, amor al otro y ejercen la caridad de forma notable con los más desfavorecidos (ahí está el caso de Caritas).
¿El obispo, humano él, hace meritos para su carrera eclesiástica?
Deje respirar a algunos prójimos y prójimas y céntrese, para cambiar el disco, en analizar el movimiento de las grandes fortunas y medianas también y estudie cual es el origen de las mismas que eso si que es una gran “mariconada ética”.
Lo digo con respeto y le pido el mismo respeto hacia los otros. La verdad es poliédrica y yo quiero creer que el obispo ha sido objeto de un ataque de “santa ira”, santa para él. No hace el mitrado favor alguno con estas demostraciones pulpitosas. Pido paciencia en nombre del Señor. Buenos días.