Nacionalizar
El caso es que no tengo acciones de Repsol, como tampoco he tenido del Banco de Valencia, ni de otros grupos económicos que desarrollan compañías que suenan importantes, muy importantes.
No puedo decir que no hubo un tiempo que hice juegos en la Bolsa, juegos muy poco cuantiosos y lo hice en el tiempo en el que Solchaga dijo aquello de que era fácil el hacerse rico en España.
¿Quién no quiere serlo? Perdí casi todo y ahora juego a la ONCE , a la Primitiva y poco más.
El contencioso que tiene en marcha Argentina con España a costa de nacionalizar compañías no es nuevo. Agua, aire y ahora tierra. Son los tres elementos con los que un día nos pareció, les pareció a los empresarios que podían explorar-explotar en un país-continente amigo, tradicionalmente amigo.
Eso de los países “tradicionalmente” amigos hay que empezar a revisarlo, si es que no se ha hecho todavía; me acuerdo del término por el trato de va y viene con Marruecos, a propósito de la pesca, de la fruta y algún otro asunto.
Un día alguien en un Consejo de Administración califica, digo, como “explotable” un país, una zona, porque, a lo mejor, ofrece la imagen de poco apto, poco desarrollado en esa materia y nosotros podemos “ayudar” a su progreso.
Se consiguen licencias, amparadas por el Derecho Internacional, y así va la cosa cuando alguien en el país piensa, dice y hace sobre y acerca de si se está cumpliendo el contrato en materia de inversiones en el propio país y si eso coincide con el deseo electoral del mandatario de turno el conflicto está servido. Habemus conflicto y expropiación a la vista. No es nuevo.
Ahora vienen las declaraciones. Por lo menos ahora he oído una. Suena contundente.
Era curioso observar que tras la independencia de las colonias del siglo XIX los colonizadores siempre se han quedado con los servicios estratégicos. Agua, luz gas, suministros de munición y transporte.
No puedo decir más porque desconozco el entramado hispano-argentino pero quizás algo de lo dicho sirva para pensar. Buenos días