Flash/ Del Salus hoy- Suplemento de salud Las Provincias
Una segunda versión más actualizada de la anterior.Adaptada a la salud y del mismo autor( yo mismo,con perdón)
El Día del Padre
Asistimos estos días a un recrudecimiento de las ofertas y al tiempo estamos contra aquel que acepta regalos.
¿Quién tiene la culpa de que seamos tan regalosos?
La tienen los grandes almacenes de antes, de ahora y de mañana que han sabido conectar con el respetable con la frase mágica, ya demodé, de «practique la elegancia social del regalo».
Y nacen los Días.
Desde entonces, desde aquel venturoso y milagroso día, yo voy loco; entre el Día de la Madre -que menos mal que no hay más que una- el del Padre (que ahí está menos claro), el del Niño, el del Emigrante, el de los Enamorados, el del niño que lo bautizan, lo comulgan, etc. Joder. No gano para regalos.
Bien, ya está. Tenemos regalos para todos pero como la crisis galopa como una pena negra, la cuestión está en que nos gastamos el dinero, el poco disponible.
Tenemos a los ciudadanos chinos que ya son más de 166 mil, no son muchos pero se han multiplicado por 10, dicen los que de esto escriben y saben y van a más.
Decía que los chinos ofrecen almacenes parecidos al todo a100. Como tampoco se trata de que se te vea el plumero en esto de los regalos conviene asomarse al mundo del llamado “precio justo”. Ahí matas, con perdón, dos pájaros de un tiro. Tienes cosas originales y además baratas y parte de ello llega a quienes lo han hecho. ¿Cuánto llega? Ni idea.
Cuando estás enfermo y estás visitable también se da la circunstancia de que te traigan un regalo. Es como si fuera El “Día del enfermo”.
De todas formas el mejor regalo es la visita justa, la sonrisa cariñosa, la prudencia en el hablar y el evitar agobiar siendo 30 en una habitación de visita. Cosas. Buenos días.