Yo asi lo hago de vez en cuando. Pensemos un poco. Si usted ha perdonado sabrá por qué, a quién y en que circunstancia al margen del llamado tono de perdón- que me acabo de inventar.

El otro día cometí un desliz profesional y pasé de columnista de opinión liberal y abierta a casi monarquico y eso se me ha sido  reprochado por algunos lectores e incluso se me ha dicho que me he bajado los pantalones políticos- hubiera preferido, por decoro, el que me hubieran comentado lo del cambio de chaqueta, es más decente y menos espectacular ( sobre todo porque ya no estoy para enseñar glúteos).

En realidad debo confesar que soy más débil de lo que yo creía y que me he vendido por el miserable relumbrón de un plato de lentejas. O sea que me invitaron a lo de los principes y poco más  que se me hace el culo agua de limón- que decía un amigo mío muy descriptivo él.

Es como si para curarte los riñones con una especie de Reflex, parte del liquido elemento curativo se deslizará hasta rozar tus partes íntimas y traseras y entonces el frío constrictivo de la anestesia local te sorprende. Lo mismso es eso de que te inviten.Te anestesian una parte íntima de las convicciones y estás expuesto a hacer de periodista de la cosa rosa.

Ya ha pasado.Todo pasa. Sé de gente que no quiso ir porque era republicana, dicen, de convicción. Será eso o que no les invitaron.La vida. ¿Entonces? Entonces nada. Que eso del perdón es un gesto de un anciano al que “le sabe mal” haber metido el remo real.!Qué me quiten lo “bailao”!

¿Con qué talante lo recibe usted? Gerneroso. Es mayor , es el Rey, parece simpatico etc. Tiene derecho a equivocarse, es constitucionalmente no responsable- eso sería indulgencia. Lo puede recibir con gozo. Usted perdona y lo hace convencido de que puede hacerlo. Es usted magnánimo y dice, incluso puede decirlo en voz alta, “Yo te perdono”. Y ahí en la pronunciación del perdón encontrar el goce masturbatorio de la autocomplacencia como diciendose uno : ·”yo soy importante y le perdono”. Castaña pilonga. Da igual que usted o yo perdonemos.¿ No lo comprende?

Otros negarán el perdón mediante la formula del no. y del debe. Debería haber dicho…No hay derecho.

He vuelto de nuevo a mi función. Nadie me ha nombrado nada.He sido yo mismo el que me digo: esta es mi función. O sea opinar…mientras me dejen.

Es posible, lo confieso, que si me volvieran a invitar iría y además citaría a más gente que la vez pasada no hice. No soy nada. Voy mirarme al espejo a ver si he desaparecido y entonces soy un vampiro,que según la leyenda si lo eres y te miras no te ves.!Que miedo me das Satanás!. Buenos días.