Carla Bruni llegó a la vida del presidente francés poco después de hacerse efectivo su divorcio con Cécilia. La que fuera una modelo y cantante italiana de reconocido talento se ha convertido en un pilar fundamental en su vida y un arma eficaz para su propósito de alejarse de su imagen de nuevo rico. Las declaraciones públicas de Bruni se afanan en denotar la sencillez y normalidad del dirigente galo: “Somos gente modesta” o “Al lado de madame Pompidou, yo soy Lady Gaga”.
La biografía del perdedor , autorizada, francés “Sarko” titulada “el Impetuoso” narra sus amoríos y otras facetas del hombre que no ha resitido la austeridad global.A mi siempre me han interesado las mujeres y sobre todo las llamadas primeras damas y su papel antes, durante y despues del mandato de sus maridos- que son antes maridos que presidentes- y eso no debe olvidarse. Los presidentes y las presidentas huelen también por las mañanas e incluso por las tardes.
Ahora me pregunto por esta señora Bruni. ¿Aguantará el segundo plano al que deliberadamente ha pasado en la segunda vuelta? ¿Se olía “madame” el batacazo? ¿Escribirá un libro bajo el titulo : “Mis años en el Eliseo” o “Sarko no es tan impetuoso como decían”?. ¿Se lanzará a la moda o volvera a la canción ligera? !Voilá!
Durante un tiempo las primeras damas han obtenido titulares a la sombra de sus maridos, acompañandolos en campaña, sonriendo cuando tocaba e incluso haciendo algo en el mundo de las inauguraciones. Algunas han tenido y tienen vida pública propia. Muchas surgen como estrellas rutilantes de mundos públicos como el periodismo y ¿deliberadamente? renuncian a su ejercicio. ¿Es el amor? ¿Basta con la sombra del poderoso? ¿Es el privilegio de tener siempre entradas gratuitas para los mejores shows o “papear” siempre de 5 tenedores o es “mira mamá como lo he conseguido? Un interesante mundo por investigar. ¿La conversión en “figamolla”- localismo semántico sin acento malvado- es lo habituial en las primeras damas?
Aquí hay una tesis o dos sobre la evolución de las primeras damas que pasan a ser simplemente “María”. Ya nuestra Leticia no competirá con Bruni para ver quien va mejor ataviada; sus disfraces de alta costura, ajustada a líneas físicas que dan en anorexicas, serán objeto de mediciones distintas y con diferentes damas. Es el vaivén de la democracia en unos casos verusus la institucionalidad del servicio para siempre, del buen papel que las monarquías- según el socialista Gonzales devenido a monarquico nos dice estos días-. ¿Se desgastan las primeras damas o se gastan menos las princesas, futuribles reinas?
Seguiré el rastro de Bruni. La primera dama nuestrs es tan discreta como “il suo marito” a quien s ele ehca de menos un pco. Solo se ve en reuniones de alto nivel y vemos, eso si, a otras mujeres ministras y secretarias de partido a todo meter en la TV. La discreción tendente al mutismo habita ahora en la Moncloa. ¿Bueno, malo,regular? Ni idea. El Sol está ya fuera y la casa sin barrer. !Uff! Me voy, parto a lo ignoto.Buenos días.