Alina Sarag tenía 15 años y murió de tuberculosis. Los médicos no sólo no le detectaron la enfermedad a pesar de acudir a cuatro hospitales británicos diferentes, sino que un doctor incluso le insinuó que lo que tenía era mal de amores, mientras que otro le dijo que padecía bulimia. “Dijeron que todos los problemas estaban en su cabeza”, lamenta el padre de la menor, que ahora reviven el malsueño con el juicio por estos hechos, según publican varios periódicos ingleses.
En todas las profesiones hay sujetos que hacen de la negligencia un sistema de vida y supongo que lo hacen porque no saben hacer otra cosa y su formación es deficiente. Lo del “mal de amores” me llena de ilusión literaria pero aquí no se trata de literatura . Aquí se trata de la vida de otro.
He contado en estas páginas que yo he sido victima subsidiaria de esa negligencia en la capital del otrora Imperio Britanico. Aquellos que atendieron en vida a mi mujer se limitaron, frente a un posible “ictus”, a recetarla un a modo de Valium y enviarnos a casa o sea a Spain. A la sazón yo era un joven lleno de fé y hoy soy un viejo esceptico ligeramente bien informado.
Drs. Muerte hay en todas partes y hay que detectarlos, dar noticia pública si es posible y huir. Hace años, cuentan, cuando el ya fallecido Marqués de Villaverde cirujano de corazón, de corazón de otros, intentó un trasplante, y ya con poca fama en ese campo, el paciente, enterado de su condena posible a la eternidad huyó despavorido al grito, teórico, de: ” A mi no. Que opere a otro”.
Es el instinto de supervivivencia muy a flor de piel en la época, porque se pasaba un poco de hambre y el respetable estaba más atento.
Estos días las declaraciones del D.Cavadas se repiten como anatema contra él y hasta la Presidenta del Colegio de Médicos ha intervenido con carta abierta y todo. Calma a las masas.
Yo he entrevistado a Cavadas, era menos famoso, y me ha parecido un tipo sencillo y sabedor de lo que se traía entremanos. Prefiero un desliz o dos y hasta tres, en declaraciones sacadas fuera de contexto, que a algunos doctores muerte que llevados de su bata blanca no tiene ni puta idea de lo que les pasa a los enfermos. Ahí quiero yo cartas y acción. !Es que hace falta una denuncia previa!. Si, es verdad. Cuando hay rumores de que en este o aquel hospital hay algunos que no saben hacer la o con un canuto hay que intervenir.
Yo me equivoco a menudo con alguna coma de más o menos, en un parentesis mal colocado, pero si se equivoca un médico la cosa tiene más peligro ¿No?.
¿Qué hubiera pasado en nuetra geografía si esos Doctores Muerte fueran detectados? De hecho se hubiera levantado una polvareda al menos del tamaño de la que se ha levantado ahora porque el Dr.Cavadas, en un arranque literario y sacado de contexto por quienes pueden estar cometiendo “pecado” de envidia, ha pronunciado tres posible elementos vocacionales. Jugaba sin saberlo al celebre televisivo House. Me da igual. Usted trasplante bien, haga cirugía reparadora del copón y a seguir haciendolo. Buenos días.