Miccionar en el agua maritima.Ojo que lo multan
La Chispa
En la playa
Carlos Pajuelo de Arcos
He leído hoy el artículo sobre ordenanza en la playas qué el compañero Aguade escribió ayer y me he examinado a ver si cumplo las exigencias.
¿Uso gel en las duchas playeras? No. ¿Lavo, mis utensilios campestres al plástico bajo el chorro refrescante y limpiador de las duchas prearena? No.
Apenas llego a quitarme la arena del talón de Aquiles que no es un asunto fácil porque se queda bastante pegada. Es que hay arenas y arenas. La arena nuestra es de primera.
¿Voy en bici y penetro en las dunas premaritimas y las dejo cerca de mí, mi toalla y mis friends? No. Voy en bus o en coche. No hago paravientos con toalla que reposa sobre el manillar. Tampoco me baño con ella, aunque tengo ganas de hacerlo; una compañera esta de la bicicleta a la que amo mucho y no me separo de ella porque es la sexta que me birlan. Hay que dejarla fuera. A la orden.
Claro que si las dejas fuera corres el riesgo de volver y no están. Han adquirido alas, han ingerido Red Bull y nadie ha visto nada. Las bicicletas son para el verano, de acuerdo, pero son de uno y no de otro y ahí le duele.
Hasta aquí todo bien. Nada de jugar a la pelotita en la orilla ni con el pie, ni con palitas, pero lo de orinar es más peliagudo, un pipi en un momento postcervecero o sandiero es clave; sobre todo si el abuelito que se baña un poco tiene un problema prostático. ¿Qué hacemos con él? ¿Lo llevamos en andas a la posta? ¿Le ponemos un pañal aprovechando que está roque en una siestecita? Yo pregunto: ¿Cómo sabe el guardia playero que uno micciona?
¿Por la cara de satisfationque uno pone? ¿Está tan azul, transparente el agua, agitada por el viento del Este, como para que se note el ligero color amarillento de un pipi que desaparece camino de las praderas de Posidonia allende las profundidades?
El asunto no es fácil y requiere una reflexión. ¡El abuelito en casa! Dice una “tangera”. Más solidaridad, digo yo.
Mejor que hablar de Bankia. ¿No? Buenos días