LA CHISPA
EL SONDEO
Carlos Pajuelo de Arcos
Un
sondeo viene a ser como una violación del alma democrática, o no, de uno; una
violación de la intimidad. Si no quieres contestar aún parece que eres culpable
de eso mismo: de no contestar.
Es
una penetración en la voluntad del otro oreada de “cantos” pseuodemocráticos”;
un juego hipnotizador creyendo tú puedes participar y alterar el estado de la
cuestión. ¿Es punible? Se ve que no.
El sondeo
ayuda a perfilar los programas políticos de los idem de turno y luego pasa lo
que pasa. La cosa va mal y te subirán el
IVA, aunque te hayan jurado por Dios, la Patria y el rey (sé que debe ir con
mayúscula pero que quiere que le diga en esta hora monárquica en la que
aparecen, dicen, falsos bastardos o no) que
eso nunca sería.
Cosas de
los sondeos, de los programas y de la cara dura (llamada circunstancias) del
gobernante de turno. Otros lo llaman inseguridad jurídica y otros ya se han ido
del país y no opinan.
Me
acuso de haber participado profesionalmente en eso y en haber servido
expectativas en bandejas en forma de “tartas” estadísticas.
¿Abomino de ello? ¿Abominaron los míos por ello? No.
Sirvió para
darnos de comer con cierta decencia y sin llegar a hacerme servir ostras de
Galicia, como en el caso del emperador Carlos V que se las hacía traer a lomos
de caballerías en el día y aprovechando los neveros que guardaban las nieves
del invierno para esas y otras lindezas supongo, me dieron de comer, repito,
decentemente. Claro que yo no he sido emperador de nada.
Otros lo
parecen y siguen con el dinero mío y de usted. ¿No? Vaya usted a Marbella y
viaje caribeñamente y no digo más.
El PP
nacional, provincial y local está ligeramente preocupado por aquello de los
sondeos y dicen que puede haber perdido credibilidad. A lo mejor Cospedal y
Arenas se dan el abrazo de Vergara para demostrar que la cosa está muy bien y
todos unidos en la casa común de la derecha.
Piense
usted conmigo. Le han dicho cosas y luego es lo contrario. ¡Cómo no van a perder credibilidad!. Buenos días.