¿Usted se duerme?
Como los científicos no paran de investigar un par de franceses “l´amour”-encontraron que la corteza cerebral, que gobierna el pensamiento consciente, se «apaga» durante el orgasmo frente a ellas que pueden demandar más porque ellas no se apagan , aunque cueste encenderlas más que a los hombres. La ciencia no para de darnos temas “columnarios”.
Yo sabía algo por rumores que sobre el tema se difundían a lo largo de los años en los que uno ha compartido viajes, reuniones y mil cosas más.
Los viajes en coche son muy útiles para saber más; de hecho el conocido –ya extinto- Onassis el griego de oro que casó con Jacqueline, la viuda de Kennedy hacía sus negocios en largos viajes en su Rolls porque, decía, que la gente se relaja en un viaje largo y cuenta cosas y eso a él le permitía cerrar sus tratos.
Un matrimonio curioso , por cierto ( les recomiendo que traten de buscar el contrato matrimonial y sus clausulas) clausulas de las que creo recordar una que tiene cierto interés o tendría si yo fuera fabricante de sábanas porque la señora exigía que se las cambiasen todos los días, y señalaba eso que llaman uso de matrimonio una vez por semana.
Una bobada esto último porque ya se había inventado en España el tema aquel de: “sábado sabadete la alegría del cadete camisa limpia y un polvete” Nada del otro mundo aunque, a lo mejor, para el viejo de oro aquello era el Partenón. Yo creo que se dijo.: “A mí no se me resiste nadie y esta señora, curioso, cambió, pasó de Kenny a Ona.
¡Ah! La digresión mi gran enemiga, la cosa arborescente de mi cerebro. Vuelvo de nuevo al dormirse tras el orgasmo. Con lo mal que yo duermo ahora.
El caso es que como consecuencia de la investigación arriba citada se me ocurre a mí que habría que encontrar un método que fuera más idóneo para combatir la cosa de la serotonina. Que dicen, vaya usted a saber- que tiene la culpa del apagón cerebral del “homo poscoital”.
Yo no me acuerdo. ¿Quizás un poco de música? ¿Un tango? ¿Rock racial? ¿Folk? ¿Obligarse a hacer unas flexiones al borde la cama con la intimidad tapada que no queda bien tras la batalla?
Sin duda hemos de hacer un algo. Estarán conmigo ellos y ellas que no es de recibo que el tipo se quede dormido mientras la luz de la compañera permanece encendida en su cerebro. No quiero saber lo que puede llegar a pensar la dama de “la luz encendida”.
El Sol ya está afuera un buen rato y yo aquí con la luz eléctrica, con los ojos pegados al ordenata y tratando de despedirme de la mejor manera posible de ustedes. Buenos días.