Atraco a las 11,40
La Policía Nacional detuvo ayer a un hombre de 61 años que se entregó sin resistencia tras atracar una entidad bancaria del Cabanyal y huir con un botín de unos 800 euros. Los hechos se produjeron a las 11.40 horas cuando el hombre entró en la sucursal bancaria, ubicada a unos 140 metros de su vivienda, y amenazó con un cuchillo al vigilante. El atracador huyó a pie, pero el testimonio de varios testigos permitió a los agentes localizarlo y detenerlo en su vivienda en la calle del Rosario.
(fuente: las provincias)
¿Estoy a favor de este atraco o de cualquier otro? Nein, o sea no. Sin embargo si yo formara parte del jurado e incluso si fuera su defensor por encargo popular (sin ser letrado) al grito de todos que dijeran, por ejemplo: “Que lo defienda Pajuelo”. Yo acudiría al rescate, contagiado el término por el FROB demostrando al mundo que no soy insensible.
¿Y ese Pajuelo, quién es? – preguntaría uno de los que gritaba sin saber que gritaba, como mucha gente hace por cierto.
¡Che, si! Sale en el diari. Escriu. ¡Ah!- contestaría el otro que seguiría sin tener la más puñetera idea de mi rostro, profesión y virtudes adornadas con vicios de cierta importancia.-
Es un carácter conegut.- terminaría por aceptar el que inicialmente ponía pegas. Es la fuerza de la multitud.
Y yo ya con eso pues… a defenderlo.
La primera causa posible, además de “la calina” que derrite el seso (obsérvese que no digo los sesos en plural y es así porque yo no creo que haya más de un seso y que para evitar el juego clásico del doble sentido podríamos transformar en neurona y así me evito que me llamen “viejo verde” -epíteto que no me molesta porque sépase que estoy a favor de los jardines, del Botánico y de las flores y plantas. ¿Por qué? Por su capacidad de pasar de Rajoy y transformar la savia, vía, la luz solar en “papeo” personal.
Digo yo que el hombre de 61 años estaría en su casa, sin aire acondicionado ,como otros y mirando el último recibo de la luz, digo, y viendo el extracto raquítico de su cuenta y la anotación de cobro por servicios, comisiones oscuras que te cargan pese a decir que no te las cargan, y empieza a entrarle una excitación (véase aquí la fatal mezcla de calor y recibos varios) y decide, en un acto irreflexivo, coger el cuchillo que acababa de servir para hacerse un bocata ( no olvidemos que son las 11,40) y sale “al carrer” – haciendo oídos sordos a la “dona” que le pregunta, autoritariamente: Dónde vas Manolo? (Pongo este nombre porque yo tenía un tío que se llamaba así y me caía muy bien).
Y Manolo, Manolo no contestó sino que pensó a lo Andrea Fabra (Que se jodan), no está claro si se refería a su mujer, la pobre(exhausta ya de la fogosidad de hormiga constante en el tálamo) o a todos los demás ;yo estoy por esto último y así lo diría, si las masas, repito, me permitiesen defenderlo.
Hay más argumentos para la defensa de mi potencial ladrón de a 150 metros de casa y para el poco dinero que se ha llevado (800 pavos).
Deudas, fatiga molecular, artritis, simpatía vecinal, vida de obrero sacrificado con horarios extenuantes venido a casa por un ERE rajoniano salpimentado de rubalcabismo y de postre el alcalde de Marinaleda. No somos nadie Manolo. Hazte seminarista, canta gregoriano, hazte stripper a la panza desnuda, estudia chino, simula un ataque epiléptico, pero no toques “la guita” del banco que esa es sagrada. El calor sigue. Me encierro en mi ordenado que es más dentro aún que mi casa. Buenos días.