Cuidado con el dedo
Boonsong Kowawisarat, de 56 años, cenaba con una ametralladora Uzi encima de la mesa, pero afirma que no quería disparar.(fuente: La gaceta)
El senador tailandés (era un senador) disparó contra su secretaria y la pobre ha muerto en el hospital.
Si no fuera el resultado tan trágico, me gustaría poner énfasis en el hecho de ir a comer o cenar con una UZI y que conste que conozco la escalada de precios a la que nos está sometiendo el sector y también conozco que la calidad y el precio no siempre van unidos y sé, me lo han dicho, que los motivos de amores frustrados llevan a un exceso de celo.
No justifica nada de todo lo anterior el cenar con una ametralladora como compañía.
Ya ha pasado el tiempo –muy lejano tanto, que fue recién terminada la guerra( cualquier guerra) en la que algunos, se dice, vestidos de uniforme se examinaban de cualquier oposición con la pistola al cinto o encima de la mesa.
¿Tendrían miedo los del tribunal? ¿Miedo al dedo?
Ahora lo del dedo ha tomado forma de designación sin violencia. Basta pertenecer a un partido vencido o vencedor, para que te arreglen “el saquito” y te nombren y por eso a lo mejor Rubio- aquí en Valencia- ha pedido se diga quienes y cuantos han sido contratados “a dedo”, si oposición, ni pistolas.
Imagino que Rubio amigo de sus amigos, honesto político no se limitará a una sola parte de la orilla y explorará ambas orillas del caudaloso río de los contratados a ”a dedo”.
El dedo ha sido siempre mágico para mi. Desde el dedo romano del emperador de turno que daba o quitaba la vida a los gladiadores, como el dedo acusador de los testigos de cargo en juicios paralelos o el dedo que sirve para quitarse los mocos de la nariz que siendo guarro el asunto, es menos guarro que todo lo anterior ¿No?.
Uno me dice que no es el mismo dedo. Se ve que es el índice el que sirve para señalar, nombrar, acusar etc. y el otro es el meñique, un dedo íntimo, como si dijéramos.
Jugar con el dedo puede tener malas consecuencias, aunque siempre recordaré que Hopkings se escapó con su enfermera y eso que solo podía usar un dedo.
La mente brillante del hombre que puso en tela de juicio la teoría de la relatividad de Einstein reivindicó el dedo para la Humanidad y si no fue así al menos para mi fue objeto de asombro.
Me voy con el dedo a otra parte pero antes les deseo buenos días.