Al Obispo
Me refiero al de Córdoba que es el que ha afirmado hace unos días “que el sacerdocio solo lo pueden ejercer los hombres y “jamás” podrán hacerlo las mujeres” y que “el sacerdocio es “un don, nunca un derecho”.
Toma castaña.
Imagino que al Sr. Obispo le habrán silbado los oídos porque una declaración así de rotunda habrá dejado a muchas aspirantes a los pies de los caballos. Personalmente lamento esa declaración porque yo creo en las mujeres ; por cierto y que se sepa, creo mucho. Ellas tienen don.
Son resistentes, tenaces y muy suyas y no les resulta, en general fácil abandonar a su familia. Serían buenas pastoras de una grey un tanto desorientada.
Tengo para mí que si las familias estuvieran solo en manos de los hombres, la cosa familiar iría peor, habría más disgregación.
Son buenos pastores o mejor pastoras y sus rebaños no se dispersan con la llegada de la tormenta. También creo que esta declaración del Obispo es fruto de una reflexión individual , por lo menos tan individual como la mía que sostengo aquí y lo hago porque el otro día me dijo un amigo que tengo papada de Obispo y aprovechando arrimo el ascua a favor del mujerío
A muchos les falta saber cosas sobre la listeza del gineceo. (derivada la palabra del griego esencialmente significa “departamento reservado para las mujeres”) dónde siempre se han “cocido” asuntos de transcendencia, aunque el hombre tenga “el don”. Era una broma extendida aquella en la que a la pregunta de : ¿En tú casa quien manda? Yo… cuando no está mi mujer.
Abiertos y generosos han de ser los hombres. Se trata, después de todo, de un chispazo.
El verdadero elixir del amor son 2 miliamperios de corriente eléctrica.
A algunos obispos les falta chispa .Buenos días.
”
“.