El error

Lo escribió Alberti, lo dijo el viernes pasado el columnista Zarzalejos y yo profundizo en el error cometido por la paloma. “Se equivocó la paloma / se equivocaba / por ir al norte fue al sur / creyó que el trigo era agua…”

La paloma que se troca en gaviota en el estandarte- banderola del Partido Popular, podía estar pasando un mal momento a la hora de orientarse y un ejemplo han sido las dos últimas intervenciones del Portavoz parlamentario de ese partido. Habitualmente sereno, pacifico, como si de un paloma  literaria fuese, el portavoz cambia el gesto, hunde su pico en la sangre de lo que cree que es el enemigo y ahí se torna implacable casi como un halcón peregrino. ¿Era ese el enemigo?

Paloma-gaviota-halcón que demuestra la capacidad de adaptación a lo que conviene. ¿Es eso lo que nos conviene a todos?

Los titulares de los diarios internacionales dan como bueno la aceptación “urbi et orbi” del llamado error del Presidente. Los bancos contentos.

Sin ir todavía al Senado, en función de Congreso en obras, arrastrado por tirios y troyanos yo- mire usted por dónde no hay que ser muy listo- sabía que el Gran Guía no se iba a casa, no dimitiría y le importaban un pimiento los argumentos de la oposición, pobre en su demanda y digo pobre porque pedir sabiendo que se va negar, es estar en contra de cualquier estrategia de guerra. Mal registro como ha apuntado el registrador en excedencia.

Emprender una batalla sin visos de ganarla solo puede servir para decir, de cara a su propio partido, aquí hay un secretario que no tiene miedo a plantar cara a la mayoría más que absoluta.   Faltan , por cierto, muchos meses para las elecciones legislativas.! Es bufar en caldo gelat!,  que decimos por aquí. ¿Inútil? ¿Tormenta en vaso de agua?

Se los han llevado calentitos y no parece, como otros, que los vayan a devolver.

Entre Luis Bácenas, antes innombrable, y los ERES andaluces, apagados por el fragor de pólvora aguada de la comparecencia todos a la playa o al monte, al yate o a la bicicleta. Es Agosto  y la paloma se equivoca de rumbo. Un error. Buenos días.