VULGAR,PORNOGRÁFICA Y DE FINAL ABSURDO
Fue el Día del Pilar por la tarde. Tenía prevista una presentación de mi última novela en una prestigiosa institución colegial de Valencia y recibí una llamada del “encarregat” del tema que me espetó lo que en el titular repito relacionada con la obra. Como soy un liberal lo entiendo casi todo (a excepción de ese asunto de Strasburgo que hay mucha tela que cortar) y me estoy fumando un puro. Como no llueve a gusto de todos me permito una vanidad y es la reproducción de la crítica en el Suplemento de Artes y Letras del Heraldo de Aragón del pasado jueves. Muchos dirán que el que como el que la firma es amigo mío la cosa no tiene tanta importancia…pero algo tendrá ¿No?. La pego y me quedo tan pancho. El crimen de la calle El Salvador’ – Heraldo de Aragón. Aquí viene la cubierta de la novela pero como no sé ponerla solo lo digo. Gracias. |
Sala de premsa – Castellà |
HERALDO DE ARAGON Número 440 . 7 de octubre de 2013 Artes y Letras Julian Villalba Sebastián
El crimen de la calle El Salvador’ es la sexta novela de ficción de Carlos Pajuela de Arcos, periodista y profesor emérito de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia. Todas tienen como punto de partida un hecho real y en esta en concreto, su arranque adopta la apariencia de novela negra. Pero, ¿es realmente ‘EI crimen de la calle El Salvador’ novela negra? Ni si ni no, sino todo lo contrario. Los ingredientes básicos los tiene: hay hecho criminal, tenemos investigador -por partida doble y en dos tiempos diferentes: detective en el presente es inspector en el pasado-, hay indagación racional, pero lo que ya no está tan claro es que haya solución, desvelamiento del hecho criminal, o tal vez sí. Veremos. Realismo con erotismo Tras un primer capítulo tan desopilante como desmitificador del género, ‘La agencia y el encargo de la dama con pamela’, en el que se nos presenta la agencia de signilicativo nombre, ‘ Investigaciones integrales. Agencia de asuntos inconclusos o asuntos sin resolver. Carlos & Ulises’, y al detective-narrador, Carlos X, quien reconoce abiertamente que «Carlos X soy yo mismo, el que escribe esto y que hace a veces de relator y otras no. Lo cierto es que conforme avanza la narración, lo detectivesco se va diluyendo para dar paso a un relato de corte realista trufado con ciertas dosis de erotismo, que devendría en regeneracionista si no fuera porque el narrador -o el autor: Carlos Pajuelo de Arcos-, ya nos ha anticipado su más absoluto nihi lismo expuesto con grandes dosis de ironia, esa semilla del humor codornicesco que florece y se desparrama por muchas de las páginas del libro: Me desparramo en el pensamiento y si usted lo piensa bien a todos nos pasa igual, en mayor o menor medida. La mayor parte del desparrame se pierde en nada. Pura evanescencia inútil. aunque eso forma parle de la vida misma. Me refiero a la inutilidad». Por eso, al final, fiel a sí mismo y al nombre de la agencia. el indolente Carlos X, tras renunciar a resolver el caso para estupor del lector, se preguntará: «¿Abandono, fatiga, laberinto sin salida, novela que no llega a ser negra del todo?}} No. no se asusten, no la he destripado: asesino hay y pistas para descubrirlo también, se encuentran aquí’ allá, pero su verdadero significado no se desvela hasta el final, obligándonos a volver entonces la mi rada hacia Volvemos al principio. Si no es novela negra, ¿qué es? Carlos X o el autor · tanto monta- va nos lo había dicho al comienzo: «Todo es una ficción y un juego literario deliberado», en el que el lector debera resolver el caso como quiera el final esta en sus manos. en esa libertad que es inherente a su propia condición de lector. Carlos Palazón rompe a conciencia las reglas del género y construye una ficción «nebulosa» de corte ramoniano que bien pudiera ser real, en la que junto a su particular concepción del mundo y de la existencia, mezcla cuarto y mitad de sexo. algo de violencia, su aquel de personajes y … hasta un cura.
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