Una gorra cambia
Llevo años observándolo. Tú le pones una gorra a uno o a una y el sujeto se transforma. Pasa de ser normal e incluso tímido, a sentirse la autoridad encarnada en su gorra y en el mismo que está debajo de la gorra,
Se sabe de gente que duerme con la gorra puesta para seguir ejerciendo de “·gorrero” que a veces se convierte en “por la gorra” o lo que es lo mismo por la jeta.
Hay estetas del lenguaje que no quieren la confusión entre “jeta” y “de gorra” hacen hincapié en la diferencia entre “potestas” y autoritas ( poder y autoridad)
Y ahí le has dado Jeremías ,por ejemplo.
Ahora viene el ministro del ramo y nos dice- más bien nos espeta – que los vigilantes podrán identificarle a usted y a su “jay” , si fuera el caso, y usted que es muy suyo no se quiere identificar así de primeras y entonces pasa lo de la potestas y el de la gorra se pone chulo y monta un “sarao” al que ha de acudir la policía nacional, que está más puesta y tiene un poco más autoritas dada por el pueblo al que debe representar.
Casi siempre mis experiencias con la nacional, la guardia civil etc. han sido buenas. Te paran, te saludan , te identifican, están ahí y luego, si toda va bien, si te he visto no me acuerdo.
Pero es el caso que también en ambos cuerpos hay excepciones y ahí puede liarse una que no tiene número , ni nombre ( como decía mi abuela)
¿Qué hacer además de no salir a la calle? Rendirse y acostumbrarse a llevar en la boca el DNI por si llega el Ministro y te pega una bronca de aquí no te menees y luego te pone una multa que parece una hipoteca y aquí no hay dación por pago. Buenos días.