Justicia para restaurar (columna del 25-02 en LAS PROVINCIAS soporte papel)

Hace unos días, en concreto el martes pasado 18, asistí junto a unas 70 personas , en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de Valencia, al acto de dar noticia de como el Tribunal para la Justicia Restaurativa ha conseguido que el Gobierno de El Salvador tenga en cuenta en su agenda ,la investigación de ciertas matanzas de campesinos en una oleada progresiva de violencia que quizás empezó hace 21 años cuando Ellacuria, el jesuita que abrazó aquello de la Teología  de la Liberación fue abatido con otros por un Escuadrón de la Muerte.

Ya sé que asistieron en la mesa presidencial del acto personas relevantes, que se estableció conexión vía videoconferencia con El Salvador y Brasil y que allí se oyeron testimonios de victimas que hacían que el alma se encogiera y que algo se removiese en tu interior clamando Justicia, además de Restuarativa, Justicia por Tribunales normalizados de esos que ponen a los Escuadrones entre macizas rejas de titanio, si este fuera más seguro.

La noticia está  viva, no ha caducado y tiene la urgencia de hacer pensar porque a los cadáveres bocabajo, sobre el césped.de los que daban testimonio en la Universidad Centroamericana y a otros muchos que les han  seguido, se les niega o se está en trance de negar  el mínimo reconocimiento de la  verdad de sus asesinatos.

Yo espero que no sea solo la Fundación por la Justicia – que mira por dónde tiene sede en Valencia y Presidente valenciano- la que luche por la misma y que el acuerdo por la limitación de la jurisdicción universal pactada por el PSOE y el PP no deje sin efecto el trabajo combinado y generoso de hombres y mujeres que están unidos pese a la distancia, pese a la diferencia de recursos y amachambrados por la búsqueda del victimario.

Que los testimonios recogidos de  las víctimas que hielan la sangre al oírlos, sean bastantes para paralizar ese atentado al derecho del que siempre nos jactamos:a de la igualdad como  bien universal y compartido.

Que la violencia, la extorsión, la falta de libertad, la explotación, los cadáveres  insepultos no sean heridas abiertas y permanentes ,que se cicatricen. No más Ellacurías. Justicia-