El sueldo
No estoy seguro de haberlo leído o mejor, no estoy seguro de haberlo comprendido.
Un señor llamado Messi, que le da patadas a una bola grande, gusta tanto al respetable que llegan a darle 20 millones de euros al año. libres de impuestos y lo que obtenga de publicidad que a la sazón es mucha “guita”. No lo calcule en pesetas que marea. Este sabe cuál es la aguja de marear.
Las patadas que da, en pantalón corto, deben ser de una calidad suprema, tanto que arranca en las multitudes gritos salvajes de homogénea cadencia.
A estas alturas algún lector ya habrá mentado a mi pobre padre o madre.
Se prima la rivalidad, se exacerba el cuasi odio simbólico y en ese juego de regionalismos caemos todos como moscas y hasta hacemos nuestros los argumentos, leídos u oídos en los medios que nutren las banderías, que dicen fundamentarse en la libertad de expresión. Me hiero el labio de la risa que me da.
¿Seré una hiena que es el único animal que parece reírse, mientras come despojos?
En paralelo se permite que haya Centros de Investigación que se vayan cerrando o disminuyendo su actividad por falta de dinero y / o millones de pensionistas contentos por haber recibido un euro o algo así de incremento de su pensión y a los dependientes que les vayan dando .
Lo astronómico frente a lo precario. Lo exiguo frente a lo desorbitado. No termino de comprender.
Me viene a la memoria la Roma de los gladiadores, la necesidad de llenar de pan y circo el día de las ilusiones colectivas.
El individuo nadando en una suerte de mar embravecido por la ambición del poderoso, que necesita distraer para dedicarse a subir el gas, la luz, el agua, los intereses y anunciar la buena nueva de la macroeconomía mejorando.
Vóteme usted. Yo le prometo. Gracias
Es la utopía de una Europa que da como noticia el hecho de morir abrazados de una pareja de emigrantes a punto de llegar a la costa liberadora.
Sería conveniente cambiar algo. ¿El qué? A lo mejor el alma. Perdone, me voy a leer la noticia del Valencia que lo ha comprado uno que viene de Asia.