La Santa Alianza (De la edición de papel hoy)
Acabada , creo , la celebración matritense en torno a la llamada “la décima” y sus salpicaduras informativas, llega el aluvión de quienes opinan, analizan, vierten predicciones y especulan sobre la proyección del republicanismo en Cataluña, el freno a IU, la derrota de los grandes partidos y el nacimiento de un germen de cambio.
Ahora a opinar. Y mire usted por donde tengo la suerte de ser uno de ellos. No me engaño. Eso de opinar está bien, pero cambia poco al otro.
Son 766 elegidos para variar la aplicación de la política actual europea que abarca a 375 millones de sujetos ( 10 arriba o 20 abajo) altamente mosqueados. No lo veo claro mientras Europa sea una Europa solo económica, en la práctica. No parece que vaya a cambiar.
Hay partidos nuevos ( 4, 5, 6 diputados). Los enamorados de la Revolución Francesa lo tenemos crudo( tengo a una amiga que me ha pedido que descanse un poco y cambie de canal, que lo de Diderot no le deja hacer el bacalao con tómate que lo hace muy bueno).
Yo estaba y estoy con La Revolución Francesa que significó el triunfo del liberalismo, de los derechos naturales del hombre, entre los cuales se hallaban la libertad de cultos y el rompimiento con el tradicionalismo político y religioso.
Vale y ahora va Le Pen y otros lepenistas europeos y se acuerdan de que la cosa no está tan clara con tanto emigrante saltando vallas , perturbando las muy “”tocadas” clases medias y
recuerdan que contra estas ideas de cambio , progreso, y pensamiento, y sobre todo, estando en peligro los intereses que acompañaban el absolutismo económico y aquellos a quienes el viejo sistema los dotaba de poder y privilegios, no desean renunciar a ellos tan fácilmente.
Tiro las cartas de Tarot y veo una nueva Santa Alianza. La tradición, el orden, la espiritualidad religiosa, el poder supremo, el respeto a la autoridad por su condición de tal, y las creencias religiosas incuestionables volverán como las golondrinas (en realidad no se han ido) los valores supremos, tratando de desplazar los de libertad, igualdad, poder popular, libertad de cultos, espíritu crítico y resistencia a la opresión enfrentados. Emocionante.