¿Quién tiene la culpa?
Hay días que son más largos que otros , parecen semanas y lo son porque no haces más que oír las mismas cosas en una cantinela repetitiva que horada tu cerebro y agusana el pensamiento hasta convertirlo en una masa culposa.
¿ A qué me refiero? al estado de general corrupción en el que parece que estamos instalados ,al decir de lo que los medios de comunicación nos ofrecen en forma de datos y en forma de comunicados procedentes de las Unidades de Investigación que el Estado tiene para descubrir a los golfos escondidos en sociedades fantasma, en cargos electos y en instituciones que hasta ese momento estaban ,para el ciudadano ,libres de toda sospecha.
En ese instante último de reflexión coincidente con el penúltimo escándalo te preguntas acerca de tu culpabilidad. ¿Soy culpable?.
Afortunadamente recuerdo y leo que existe un artículo del Código Civil- el 1903- que me ilumina y me tranquiliza y también me advierte. Yo he pensado mucho sobre el concepto de “culpa in vigilando”( falta de vigilancia) y en el otro, no menos importante de “culpa in eligendo” (desacertada elección).
La Administración , los padres , los tutores . los directores de Centros docentes pueden verse afectados.
La medida de la afectación no es incumbencia de esta columna periodística porque para eso están los especialistas.
¿Entonces? Es la sensación constante de ser el objeto, el punto de mira de quienes nos gobiernan ahora y de alguna forma también los que nos gobernaron ,los que insisten en señalarnos como un pueblo ocioso , imprevisible , desorganizado en nuestros gastos , cívicamente ineducados y parcialmente culpables del estado en que nos encontramos.
Me miro todos los días al espejo y pienso en los otros y no termino de ver “la culpa in vigilando” pero empiezo a pensar que es probable que si sea culpable en mi medida individual de ” culpa in eligendo” por no haber sabido ver , por haber participado en la desacertada elección.
Pronto será el día en el que deberemos elegir de nuevo y creo que es mi deber advertirme y advertir que , a veces , tras la elaborada retórica igualitaria y justiciera puede haber una trampa fascista. Cuidado.