Fondo de armario y pagar por mirar

Me llama mi amigo José María y me pregunta : ¿Sabes que quieren poner precio para entrar en el Mercado Central de Valencia?

!No jodas! Perdona , quiero decir que no lo sabía. En realidad estoy en pleno análisis de dos noticias.

1.-El fondo armario puesto a la venta por Victoria Beckam

2.-La editorial que se diversifica para vender productos hortofrutícolas.

Un libro un pepino , digo yo.

Así que ahora incorporo esta noticia tuya y las comento todas.

Que la señora Beckam ponga su fondo de armario de 600 trajes a subasta y que luego se haga un selfie con el cheque antes de enviarlo a no sé qué institución benéfica tiene para mi claramente un objetivo.

Se trata de evitar que el armario se hunda por el peso y se trata de renovarse o morir, pienso yo. Esta señora me pone nerviosillo porque no le gusta el ajo y siempre decía que España olía ajo. Puede ser y por eso yo tras comerme unas chuletas de cabritillo con alioli me doy una pasada de halazon que disimula el ajo.

Debe ser por lo de ajo y agua al que estamos acostumbrados en el , modernamente, llamado país. Viene Pujoly family y nos la meten doblada a costa de la cuatribarrada. Ajo y agua.

Viene el exconseller de Hacienda andaluz y ocurre lo mismo y ahora llega Calatrava y me lo imputan.

Las hemorroides resultantes de tanto ajetreo de ajo y agua ya se han quedado como parte de nuestra seña de identidad.

He leído que una editorial valenciana va diversificarse y venderá productos hortofrutícolas. Nada que objetar.

Lea a carlos pajuelo en su última  novela “El tetráplejico”, todavía pendiente de presentar ,al tiempo que degusta una breva aderezada con un tomate partido. Bestial. !Chúpate esa mandarina!. Eso sí que es emprender. Honor y gloria al escritor y al agricultor. Es un dos en uno.

Y eso se podrá ver en el Mercado Central pagando, digo yo, de ser cierta la iniciativa. Las mentes que no paran han dado como argumento, según la noticia de José María que a su vez la ha obtenido de su carnicero de cabecera, es que “También se paga en La Catedral”.

Me veo comprando tomate seco, queso , hierbas para olivas partidas y pescado de playa con un carnet de jubilado que me permita pasar como en el bus.

Bono oro en color pimiento y con una ramita de perejil en el escote porque servidor hace tiempo que no lleva chaqueta.

Los “chaqueteros” están al borde del abismo y no saben que chaqueta ponerse. Una de Podemos, una de Popular u otra de PSPV con bordado Puig.

Aconsejo que se las pongan todas y se vayan quitando capas según convenga ,en plan cebolla.

Eso si que pongan a parir a los empresarios porque estos se han atrevido, por fin, a decir. !Ya está bien!

Me encanta esta España. Huelo a ajo, me cuido las hemorroides propias de la sufrida clase media venida a menos y me parto de risa con lo del fondo de armario de Victoria y me descojono pensando en el pastón del avión de rescate ebolistico y entretanto la cola de comedores para niños da la vuelta a la esquina.

No pasa ná. Todo va bien. Siempre nos quedará Lim que nos comprará por dos putos duros. Creo que me he “pasao” de letras y consideraciones. A la playa que es gratis ,esquivando gorrillas mil. Bon jour